La profesora particular de matemáticas - Relatos Eróticos

La profesora particular de matemáticas

En mi último año de secundaria me fue bastante mal en matemáticas; no porque no me quemara las pestañas estudiando; sino porque el profesor era muy exigente y bastante amarrete para calificar con buenas notas...Unos meses antes de terminar el ciclo, decidí reforzar un poco mis conocimientos matemáticos con algún profesor particular…Marcela, una compañerita de curso que yo me cogía en esa época sin ser formalmente novios, me recomendó una profesora que era su tía y podría prepararme para mejorar mis notas.Le agradecí el contacto y una tarde salí rumbo a la casa de esta mujer. Me imaginé que sería una vieja bruja más antipática que mi propio profesor; ya que había arreglado un encuentro por teléfono y me había tratado en forma algo distante. Aunque su voz sonaba sensual en el teléfono…Al llegar a su casa y tocar timbre apareció una tremenda morocha de unos treinta años. Le pregunté por su madre, pensando que esa hermosa señorita sería la hija de la profesora particular…Pero la morocha sonrió y me dijo que ella era la profesora y que su madre en ese momento no se encontraba en la casa.Reconocí la voz sensual que había escuchado en el teléfono y mi verga ya se puso en atención frente a semejante hembra…Al hacerme pasar, ella fue adelante y pude admirar entonces un tremendo orto que se adivinaba en esos ajustados pantalones. Las tetas redondas eran una delicia y la cara de trola era increíble.Solo esperaba que esa increíble mujer no fuera lesbiana…Pasamos a la sala y nos sentamos ...

... directo a estudiar; fue una clase más o menos normal, aunque yo no podía dejar de mirarla mientras ella me explicaba todo sonriendo.En un momento me ofreció café y le acepté. Así que se levantó para ir a prepararlo a la cocina. Fui detrás de ella, con la excusa de despejar un poco mi mente de tantas integrales y derivadas...Cuando llegué a la cocina sentí que ya estaba al palo; esa erección me estaba doliendo. Pero la profe no había notado mi calentura; o al menos, eso era lo que yo creía…Mientras ella preparaba el café, yo me quedé dándole charla a un lado y mirándole el culo redondo principalmente.De repente me miró; se dio cuenta que mis ojos estaban clavados en su tremendo orto y entonces me tomó por el borde de mi remera y me atrajo hacia ella.Me comió la boca en un beso húmedo que casi me hizo irme en seco dentro de mis pantalones. La rodeé con mis brazos y mis manos fueron directo a su hermoso culo. Lo palpé, disfrutando de la firmeza de esos redondos cachetes.Me apartó y me empujó hasta una silla junto a la mesa de la cocina. Dijo que yo la calentaba mucho; pero teníamos que apurarnos, porque su novio pasaría por ella en media hora...Antes de que yo pudiera decir algo, se abalanzó sobre mi cuerpo y tironeó de mis pantalones de gimnasia. Mi verga endurecida saltó al encuentro de su cara y la sensual profe se la metió directamente en su boca húmeda.Gemí y jadeé con los ojos cerrados; mientras esa mujer me chupaba la pija como nadie lo había hecho antes. Ni siquiera su ...