La profesora particular de matemáticas - Relatos Eróticos

La profesora particular de matemáticas

... sobrina Marcela era tan buena haciéndome eso…En un arranque de éxtasis enredé mis dedos en sus cabellos y la hice atragantarse con mi verga hundida hasta el fondo de su garganta. Ella tosió y trató de zafar, pero se la aguantó bastante bien. Me sonrió sensualmente mientras volvía al ritmo normal de darme ese increíble sexo oral.Cuando notó que mi pija ya no crecería más, se sacó los pantalones y corrió su pequeña tanga a un lado. Se empaló en mi pija a fondo y comenzó a cabalgarme como posesa; jadeando y aullando con los ojos cerrados, mientras se sostenía de mis hombros…Mientras cabalgaba, me dijo que se había calentado conmigo apenas me vio y que le encantaba el tamaño de mi verga…De pronto sentí que ella comenzaba a acabar sobre mi pija.Gritó más todavía y cayó rendida sobre mi pecho; pero entonces se dio cuenta de que yo no había acabado todavía.Desmontó y fue a ponerse en cuatro sobre un sofá en la sala.Fui detrás de ella, deslicé esa tanga mojada a un lado y la monté; hundiéndole mi pija dura como piedra en su dilatada y empapada concha. Ella gritó de placer hasta que acabamos juntos.Mientras recuperábamos el aliento; sonó el timbre de la puerta de calle. Las manos no me alcanzaban para vestirme y acicalarme.Regresé a mi asiento frente a los apuntes de matemáticas y la profe fue a abrir la puerta para dejar entrar a su novio.El flaco me saludó cortésmente y ella le dijo que ya habíamos acabado por ese día; lo cual no era mentira…Mientras regresaba a mi casa, pensé qué excusa podría dar a mis viejos para justificar rendir matemáticas recién en marzo…