1. AÑOS PERDIDOS


    Fecha: 08/10/2019, Categorías: Lesbianas Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... piernas y casi corriendo fuimos al dormitorio para enroscarnos sobre el colchón, nunca había estado con otra mujer, la dejé tomar la iniciativa, bajó un poco, se detuvo varios minutos para comer mis pezones, para jugar con mis pechos, para comerme lentamente, me estaba derritiendo… Bajó un poco más, sabía dónde iba, me acomodé y abrí mis piernas para ella, ofreciéndole todo mi sexo, quería que me lo comiera, recliné mi cabeza para observarla, Yuli mojó un pulgar con su saliva para empezar a jugar con mi clítoris, luego el de la otra mano, sentí la yema de su dedo acariciar mi esfínter, el universo pareció detenerse en ese instante, un dedo rodeaba una y otra vez mi botoncito, con paciencia, con cadencia, el otro bordeaba en círculos el orificio de mi trasero, por todo su contorno, pronto deseaba que me penetrara, pero no lo hacía, supliqué: - Diablos mujer! haz algo, ya no puedo soportarlo… Yuli estiró su mano hasta el cajón y tomó un vibrador doble, un pene pequeño y otro de mayor tamaño, el grande comenzó a meterse en mi húmeda cueva, poco después, el menor llenó lentamente mi hueco trasero, me sentí invadida por ambos lados, la vibración empezaba a sacudirme, a baja velocidad, llevé mi mano a mi clítoris, no lo soportaba más, mis gemidos tapaban el ruido del vibrador, ella solo me miraba y disfrutaba con mi placer, me retorcí, mordí la almohada, exploté como nunca había explotado en mi vida. Me sentí rara, una lágrima mitad placer, mitad confusión escapó de mi ojo, ella ...
    ... sacó el juguete de mis agujeros, levantó mi pierna derecha y coló las suyas entre las mías. Con la fiereza de un tifón comenzó a refregar su vulva contra la mía, tenía la voracidad de una bestia en celo, ella gritaba, yo gritaba, parecíamos estar en trance… Mi clítoris siguió explotando el suyo también, estaba exhausta… Pero Yuli no estaba conforme, tomó un arnés con un pene enorme y me lo puso, me causó gracia, nunca me había sentido con un pene colgando, lo moví de un lado a otro, curioso… Me pidió que le hiciera el amor, fui sobre ella y le llené la vagina, tuve que aprender a moverme como hombre, me rodeó con sus piernas y me hizo empujar más profundo, gritaba, entre gemidos me suplicó: - Besame, por favor besame… Acallé sus gritos con mis labios, cerré y comí su boca, acaricié su cuerpo transpirado, recorrí sus femeninas curvas, dejé sus labios, fui a sus pezones… Después de un buen rato Yuli me dijo al oído: - Quiero que me sodomices… Estaba dispuesta a todo, se puso en cuatro patas, su delgado trasero apuntó a mi lado, tomé lubricante y unté su esfínter, un dedo, dos, tres, su anillo amarronado cedía con suma facilidad, apoyé el juguete en él, era peligrosamente grueso, pero se hizo evidente que ella no tenía reparos… Pronto pasó la cabeza y luego más de la mitad del tronco, la tomé por las caderas y me moví con fiereza, era raro, me sentía dueña del juego, Yuli gritaba más todavía, me estaba volviendo loca… Después de cinco minutos sin parar no tenía más fuerzas, me ...