1. AÑOS PERDIDOS


    Fecha: 08/10/2019, Categorías: Lesbianas Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    AÑOS PERDIDOS Abro los ojos, el sol de la mañana entra por la ventana y pega en mi rostro, el perfume de las sábanas cosquillea en mi naricita, bostezo, me desperezo. El ambiente está tibio, abrazo mi almohada, estoy contenta, no estoy sola, hay alguien a mi lado, puedo sentir su presencia a mis espaldas, cierro los ojos con fuerza y trato de revivir cada segundo de la noche que acaba de irse, me siento tan feliz, tan llena, descubro que he desperdiciado más de treinta años de mi vida… Me llamo Georgina, vivo en una de las principales ciudades de Argentina, soy ingeniera industrial y ocupo un importante puesto en una multinacional sojera, hace más de diez años que trabajo en ese lugar. Con poco más de veinte años contraje matrimonio con Leandro, un compañero de trabajo con el que noviábamos hacía un tiempo, no fue una buena experiencia, no coincidíamos mucho con nuestros horarios, nuestro sexo no era bueno, en verdad era yo la que fallaba y el me lo hacía notar haciéndome sentir muy mal, me resigné a no conseguir orgasmos y en un tiempo descubrí que mi mayor placer estaba en mi soledad, masturbándome como adolescente. Más tiempo pasaba y nuestras diferencias se hacían más evidentes, las grietas se agrandaban y en poco tiempo nos convertimos en dos extraños, el empezó a frecuentar a mujerzuelas y a mí no me importaba. Un día Leandro me dijo que lo estaban ascendiendo y debería trasladarse a Brasil, fue la excusa perfecta para poner fin a nuestra relación, separamos nuestras ...
    ... cosas, lo tuyo es tuyo y lo mío es mío, nos despedimos como amigos y cada uno siguió su camino. Tiempo después el destino me unió a Sebastián, mi novio de la infancia, el también venía de fracasar con su esposa y nos dimos una segunda oportunidad. Pero como en las películas las segundas partes generalmente no son buenas. En la cama las cosas no mejoraron para mí, no estaba a gusto, Seba tenía un pene descomunal, y la verdad que no me agradaba para nada, me dolía la vagina en cada penetración y ni siquiera pensar en sexo anal. Pero el problema en este caso pasó por algo peor, su ex esposa, era demandante, lo llamaba a diario, con problemas, siempre un problema, que necesitaba dinero, que algo se había roto en la casa, o un problema con el auto, siempre había un motivo. Me sentía molesta y celosa, Seba no parecía ser lo suficientemente valiente para cortar esos lazos y en algún punto sospeché que las cosas seguían vivas entre ellos, así que un día le pedí terminar con la relación, hasta que el tuviera en claro que es lo que realmente quería. Julieta estaba al tanto de todos estos detalles, raramente mezclaba mi vida personal con mi vida laboral, pero Julieta era diferente, y terminamos siendo grandes amigas y mi confidente. Ella era mi profesora particular de inglés, mi puesto en la empresa requiere que domine el idioma por lo que venía día por medio, solo un par de horas. Con el tiempo, nos fuimos haciendo amigas, y nuestro encuentro laboral se transformó en encuentros fuera de ...
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