1. Las guerreras mágicas caen en una trampa


    Fecha: 07/09/2017, Categorías: No Consentido Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... La hizo girar e inclinarse.
    
    — Así estás perfecta, perrita del imperio. Te voy a culear, y si te portás bien vas a tener una muerte rápida.
    
    Vanesa ya no toleraba que ese maldito se siga saliendo con la suya. Juntó energías de ese mismo lugar oculto de donde había sacado fuerzas hace poco, pero esta vez acumuló más poder en su interior. Cuando se sintió lo suficientemente poderosa, expulsó todo esa energía hacia afuera, y en un grito de guerra destruyó el campo de poder que la apresaba. Le pareció ver pedazos transparentes, similares a vidrio, caer sobre el pasto y luego desvanecerse.
    
    Todo sucedió muy rápido.
    
    Camus estaba adentro de Melisa. Había introducido gran parte de su falo en el culo de la guerrera mágica que estaba sangrando, por lo que le costó separarse de ella cuando vio que la otra se había librado. Hasta que pudo despegarse de Melisa, Vanesa ya tenía la espada en sus manos, y de un solo golpe en el cuello, le cortó la cabeza a Camus, terminando por fin con su miserable y diabólica vida.
    
    La sangre Salió a chorros y tiñó de rojo el agua de la laguna, y bañó de escarlata los uniformes de las guerreras.
    
    Una vez que el mago murió, el pedazo de campo de energía que todavía apresaba a Melisa se desvaneció lentamente. Ella cayó al suelo sollozando.
    
    — ¡Fue todo mi culpa! — gritó avergonzada.
    
    Vanesa fue a su lado. La abrazó. Sintió las enormes tetas de su amiga y compañera presionada sobre las suyas.
    
    — Ya pasó todo — le dijo, limpiándole las lágrimas con la mano. Le dio un beso en la mejilla, y luego otro, y otro. Le acariciaba el rostro con ternura, y la seguía besando, Y cada beso que daba se acercaba más a los labios de Melisa, hasta que se fundieron en un beso largo y delicioso.
    
    Se bañaron en el lago. Se ayudaron a limpiarse. Se dieron más besos, se abrazaron y disfrutaron de los cuerpos que tanto admiraban y deseaban mutuamente, a pocos metros del cadáver tibio de su enemigo.
    
    Fin.
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