1. Rec


    Fecha: 04/10/2019, Categorías: No Consentido Autor: FilosofoAullado, Fuente: CuentoRelatos

    ... para embestirte de lleno, sientes toda su dureza dentro de ti; ¿te gusta putita?, te pregunta, a la vez que te da pequeñas bofetadas con la palma abierta… Eso no es muy común, pero estás tan caliente que te vale vergas. Me encanta, papi, le replicas y él acelera el ritmo. Ponte de rodillas puta, te ordena, lo haces y él se queda sentado en la cama con la verga dura, tú adivinas que lo que quiere es que se la mames y la metes en tu boca, subes y bajas, acaricias los huevos con tus largas uñas, ya sabes que eso le gusta, lo excita más. Metes la verga completita en tu boca cuando ves de reojo, como se ve a un fantasma, a Toño detrás de la cortina, está con su pene en las manos y se está masturbando, te sacudes un poco como para aclarar la visión. Sí, sí es Toño, pero en lugar de gritar o avisarle a tu novio, sigues mamando pero volteando a ver a Toño a los ojos, ves, también la verga de Toño que erecta es mucho más grande que la de tu novio, una verga portentosa, basta esa visión para excitarte y mojarte como nunca antes en tu vida. Mamas con mayor ímpetu hasta que tu novio se corre, de lleno, en tu garganta.
    
    Lo próximo que recuerdas es que duermes o pretendes dormir. Tocas al lado de la cama, está vacío. No sabes dónde está tu novio. ¿Y Toño? ¿Sigue ahí? Te asomas para ver debajo de la cortina y parece ser que hay unos zapatos ahí, los ves o crees verlos. Estás muy caliente, la visión del sexo de Toño hace que involuntariamente lleves tu mano a tu coño. Está mojadito. ...
    ... Escuchas ruido, alguien se acerca y sin saber por qué o para qué, te haces la dormida.
    
    Es el titulado, lo sabes por su perfume que, aún a través del alcohol, se abre paso para instalarse en tus narices. Se sienta a la orilla de la cama. No sabes qué hacer, te destapa y resulta que estás desnuda excepto por las pequeñas braguitas de encaje; él te observa, sientes su mirada recorrer todo tu cuerpo, incluso sientes su mirada lamer todo tu cuerpo. Quieres estremecerte pero te controlas, sigues en tu papel de Bella Durmiente. Él te acaricia las piernas, el contacto con sus manos te sorprende y excita a la vez. Una pregunta moral se deshace dentro de ti, ¿esto es infidelidad? Si acaso de él hacia su amigo, no tú. Tú no tienes la culpa de nada. Esbozas una sonrisa, ¿ah estás despierta? Finges que crees que es tu novio el que sentiste, ¿qué haces aquí? Preguntas. Voy a gritar, adviertes. En realidad tienes ganas de gritar pero de placer, el encontronazo con tu novio sólo te dejó más caliente y tienes muchísimas ganas de sentir otra verga dentro de ti. El titulado lo intuye y pone una mano izquierda en tu boca, aplasta tu cabeza contra las almohadas y susurra Cállate puta, mientras con la mano derecha te masturba y descubre, en segundos, sus dedos empapados de tu esencia, los mete a su boca y los lame despacito uno a uno. Ves la mitad de su cara, no sabes la hora que es pero la única luz es la que llega de la farola de la calle. Es un juego de sombras en medio del cual, sin embargo, ...