1. Rec


    Fecha: 04/10/2019, Categorías: No Consentido Autor: FilosofoAullado, Fuente: CuentoRelatos

    ¿Qué es para usted el cine? Una mancha irrefrenable, la gota hipnótica, el apocalipsis de la sangre. No lo recuerdas; era un examen recepcional; no el tuyo, por suerte. El tema apenas lo recuerdas, en una arqueología a tu memoria, La semiótica del cine y el montaje. El que se recibe es un amigo de tu novio. Tu novio está a tu lado con cara de aburrido, está a punto de dormirse y tú te recargas en su hombro y bostezas un poco. Te gusta el tema y en otras circunstancias pondrías mucha atención, pero ahora las olas de la resaca golpean las orillas de tu conciencia y sólo quieres otra cerveza. Otra fiesta. Tu deseo y el de todos se cumple cuando resulta que el amigo de tu novio sí pasa por humanidad y ya no tanto unanimidad.
    
    La fiesta es en la casa de Toño, dice el amigo de tu novio y les anota la dirección en una servilleta. Son apenas las once de la mañana, pero los dieciséis años que le tomó al amigo de tu novio titularse valen la pena celebrarse a la hora que sea. El infierno trabaja 24/7 y por eso nos cae bien el dueño. El grupo se separa en tres autos y se forma una pequeña caravana. No sabes por qué carajos les dieron la dirección si todos se van a ir juntos. Las cervezas y botellas están en la cajuela de la camioneta de adelante; todos cooperaron de acuerdo a sus capacidades; es una auténtica fiesta universitaria, tal vez la última en la vida de muchos… Así que tiene que ser memorable. O la tuya misma, lo piensas, lo sabes, la vida es tan efímera y tan largo el ...
    ... desierto interior.
    
    Toño es un tipo alto y medio jipi, sólo de look porque se le ven cuidados que rayan con el metrosexualismo. En estos tiempos, no es raro ver a un jipi metrosexual, a un banquero anarquista o a un filósofo de derechas. No importa, no sueles analizar los defectos de un espléndido anfitrión. Y es que apenas llegas, Toño pone en tu mano una cerveza bien helodia. La bebes de un jalón y sientes como Buda se ilumina lentamente en tus venas, como si fueras el Árbol de la esperanza. Los amigos de tu novio te voltean a ver, sorprendidos de que una mujer se pueda beber una cerveza de un solo golpe. Tú por toda respuesta sonríes y tu sonrisa es como una marea que moja y contagia a los demás que también sonríen y te dan otra cerveza con la esperanza de que la vuelvas a beber de un solo golpe, como quien ve un milagro y pide repetición para creer, ya de lleno, en la divinidad. Los complaces. Bebes la segunda cerveza con esa compasión de verdugo, un solo y certero golpe. Con esta segunda cerveza ya sientes como que Jesucristo se desclava de la cruz y que se pone a bailar la conga con María Magdalena. La fiesta ha empezado.
    
    Toño, el anfitrión, no ha dejado de hacer dos cosas en toda la mañana/tarde: traerte cerveza y mirarte las piernas. Tu novio, que parece feliz en aquella reunión, también se ha dado cuenta de la excitación perenne de Toño, pero por toda respuesta te acaricia las piernas y te da un beso en la boca y luego continúa charlando. Hay sólo tres chicas y ...
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