1. Tadeo y Jonathan


    Fecha: 04/10/2019, Categorías: Gays Autor: capicapicapicapi, Fuente: SexoSinTabues

    Regresando a trabajar me enviaron a una casa que habían rentado temporalmente para unos trabajadores de nuevo ingreso en lo que decidían a qué mina los enviarían. Es una casa grande, en una calle muy tranquila y donde pocas veces se ve gente, la casa está al terminar el fraccionamiento. 4 días antes de que llegaron los demás me adaptaron una oficina ahí, pocas veces se escucha el ruido. Mientras estaba en el baño escuché la voz de dos jovencitos que conversaban entre sí pero no lograba entenderles hasta que me acerqué más. —¿Estás seguro que aquí nadie nos ve wey?— —Ya te dije que no, perro— —Es que tengo miedo que nos cache, no mames wey, nos ven y nos lleva la clica— —¡Ya pendejo! O me la agarras o nos vamos a la verga culero— Aún no quería sacar conclusiones pero esperé a escuchar más —No mames cabrón ya la traes bien pinche dura— —Me la saco y ¿le das una mamadita?— —Nel, ya te dije que no soy puto— Ya con eso sabía de que hablaban, salí del baño y me fui al segundo piso, por el balcón sólo alcanzaba a ver sus pies, eran dos jovencitos sentados debajo del árbol en una banca que está pegada a la casa, es un pequeño jardín exterior al lado de la casa delimitado por una cerca de madera relativamente pequeña, fácil de brincarla. El saber que estaban haciendo cosas ahí me puso algo caliente, ero no quise interrumpir, bastaba con verlos desde arriba. El más pequeño se levantó y se retiró, después el grande fue tras él y ya no regresaron. Claro que me hice un par de puñetas y ...
    ... eché a volar mi imaginación. Al siguiente día igual estaban ahí, la casa al igual que todas parece estar deshabitada por eso creo que tenían la confianza de decirse las cosas sin susurrar. No podía dejar pasar mucho tiempo, agarré una pequeña bolsa de basura que tenía ahí y arriba de esa basura metí unas impresiones de imágenes porno que me parecieron podrían calentarles. Salí con el pretexto de que iba a tirar la basura y los saludé. —Quiubo morritos, está cabrón el sol ¿verdad?— El pequeño se puso muy asustado y mientras que el grande se ponía la mochila para cubrirse la entrepierna —Espero que no se enoje porque nos sentamos aquí diario señor— me dijo el más grande —No, no se preocupen, apenas hoy acabo de llegar a está casa y hoy mismo me voy, sólo vine a checar que estuviera limpia porque hay planes de rentarla pero eso será como en un mes quizá, ustedes pueden venir a sentarse cuando quieran, sirve de que le echan un ojo a la casa— —Pero este fraccionamiento es muy tranquilo, casi no hay gente pero de todas maneras le cuidamos la casa ¿verdad que sí Jonathan?— le decía el mayor al menor —Sí, nosotros la cuidamos cuando no esté usted— —Bueno nomas voy a dejar esta basura aquí. Quería quemarla pero no encontré unos cerillos ni encendedor, nos vemos— Dejé la bolsa abierta para que pudieran ver las impresiones en caso de acercarse y me subí a la camioneta, la estacioné en la entrada del fraccionamiento y me regresé a la casa sin que lo notaran, subí al piso de arriba y ellos ...
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