1. Mi ex


    Fecha: 30/09/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Moni linda, Fuente: CuentoRelatos

    ... «¡así, así, así! ¡ummmmm que rico Jorge!»
    
    Yo sólo lo acariciaba de la cabeza hundiéndolo más en mi vagina… lo detuve antes de que me hiciera llegar al orgasmo y lo compensé haciendo lo mismo. Jugar con ese miembro rico dentro de mi boca me enloquecía aún más, lo recorría por todas partes desde la cabeza hasta sus testículos, sólo lo escuchaba gemir… Paramos y me recostó nuevamente en la cama y sabía que esa posición me encantaba para que me penetraran, me besó y bajó nuevamente a mordisquear mi clítoris y le pedí «penétrame Jorge, ya no aguanto más, quiero sentirte dentro de mí». Abrió mis piernas y lo fue deslizando poco a poco, era riquísimo sentirlo nuevamente después de tantos años, tan caliente. Aumentó su velocidad y sólo se podían escuchar los gemidos de los dos y el choque de sus testículos con mis nalgas, con esos ruiditos de nuestros fluidos al contacto de la piel. Mientras me penetraba nos besamos ardientemente, paramos y apiló unas almohadas de manera que me sirvieran de asiento, abrí las piernas y de un golpe me lo metió haciéndome gritar de placer, él no dejaba de besar mi cuello, sabía que esas dos cosas me hacían perder la cabeza, sólo le decía «¡sigue así, así! ¡no te detengas! ¡aaaaaa! ¡ummm!». Comencé a respirar más rápido… ya estaba llegando a mi orgasmo, lo esperé para que terminará dentro de mí, sólo sentía cómo me llenaba toda, cómo palpitaba arrojando toda esa leche en mi conchita. Al terminar bajó a mi vagina y me limpió toda haciéndome un sexo ...
    ... oral riquísimo alargando mi orgasmo ¡ummmm!
    
    Descansamos un rato mientras recuperábamos el aliento. Pasaron unos 20 minutos y se volvió a subir en mi besándonos, acariciándonos lentamente… me susurraba al oído «te extrañaba linda», y yo afirmándole que también lo extrañaba, obvio en sentido sexual, siempre hemos tenido buena química en la intimidad. Me tomó de la mano y nos pusimos de pie, sacó de entre su mochila un lubricante que al contacto con la piel se calienta, me recargó contra la pared y me puso de espaldas, tomando entre sus manos mis pechos… besando mi nuca y deslizándolo desde mi colita hasta el clítoris. Eso nos excitó mucho, me llevó hacia un soporte con un enorme espejo y levando mi pierna sobre ese mueble, dejando una abajo, y me lo metió hasta la mitad despacito, y el resto de un golpe... pero antes se lo había lubricado bien con ese gel maravilloso. Toqué el cielo cuando iba subiendo la temperatura dentro de mi… entraba y salía fácilmente, entre mis jugos y el lubricante era buena combinación para gemir rico los dos a coro. Bajé la pierna y las cerré de manera que estuviera más apretadita… le fascinó ese juego, meterlo a mi conchita más estrechita. Lo detuve y me puse en cuatro puntos en la cama y le dije «amor hazlo, métemelo hasta dentro de mi puchita, hazla tuya…». No tardó y lo metió a fondo, sólo le dije «déjame moverme por ti cariño», a él le encantaba cuando tomaba el mando en el sexo, lo deslizaba hasta dentro y lo sacaba hasta la punta, y me lo ...