1. Alicia 22/25


    Fecha: 29/09/2019, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... una compañera hasta el final. Pero al menos tenía otra compañera aunque estuviese durmiendo. Le cerré las piernas para que se note mejor esa canaleta posterior debiendo que usar ambas manos para separarle las nalguitas y penetrar lentamente en ese culito bien preparado por mi nena, apenas entraba la puntita pero se adivinaba que podría meterle más carne. No me quise exceder comenzando a bombearla lentamente con la mitad del pene adentro, muy despacito para prolongar la situación todo lo posible, pero ver esa cabellera dorada desparramándose por la sábana me hizo acelerar hasta largar varios chorros dentro de su culito. Cuando retiré el instrumento salieron unos sonidos de su ano, parecía estar despidiendo peditos o tal vez la había bombeado mucho. Con gasa húmeda me dediqué a limpiar bien ese trasero esperando que su culito terminase de expulsar los líquidos que recién le había inyectado, mientras masajeaba las firmes carnes de sus nalguitas como si eso acelerase el proceso. Completé el trabajo con la lengua para asegurarme que su culito no hubiese sufrido daño. Le puse su bombachita y casi me equivoco tomando la de mi cielito que había quedado sobre la cama, pero esa prenda rosadita y transparente era difícil de confundir. Al dar vuelta su cuerpo me quedé con la vista de su bultito y ese tajito que mi lengua no había visitado aún, dedicándome a comerle bien la puchita pensando que si estuviese despierta la haría temblar con esos lengüetazos. Al sentarla en la cama logré ...
    ... ponerle la blusa, pero la pollerita se me hacía más difícil decidiendo terminar de vestirla en el sillón con la ayuda de Alicia. Pasándole los dedos por la cabellera la dejé arregladita y tuve que besar nuevamente esa boquita, qué labios sensuales tenía esta nena. Me fui con la carga en brazos mientras con una mano le sostenía bien esa colita enfundada depositándola en el sillón. Alicia continuaba hablando por teléfono como loro así que me arreglé para ponerle la pollerita tableada con la blusa bien acomodada. La dejé sentadita para agacharme a calzarla y mirando hacia arriba podía apreciar su tajito através de la transparencia, aparte se le marcaba bien el bultito para facilitar las cosas. No podía sacar la vista de su tentadora puchita y corriendo de costado la prenda íntima le chupé la conchita desesperadamente, unos pequeños temblores parecían indicar que estaba teniendo un sueño húmedo y temí que despertase arreglándole presuroso la bombachita y pollera. Aún permanecía quietita aprovechando para besarla mientras mi mano le acomodaba la prendita costándome trabajo sacar la mano de su puchita. Cuando se empezó a mover un poco soltando tosesitas como aclarándose la garganta, me hice el dormido y fue ella la que me tuvo que sacudir para que despertase. Estiré los brazos desperezándome y con cara de sueño le pregunté desde cuándo estuvimos durmiendo. En eso llega mi hijita y comprendiendo la situación confusa le comienza a hablar de muchas historias del colegio y pavadas ...
«1234...»