(23) Los amores de Ana Etxeberría
Fecha: 19/09/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos
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Como cada mañana, antes de la primera clase, Ana y Gabriela se tomaban un café bien cargado para afrontar el intenso día. A estas horas la cafetería se encontraba medio vacía, pero Ana llevaba un rato pendiente de una chica sentada sola en una mesa y comiéndose unos donuts con un descafeinado.
-Joder, cada día soporto menos los madrugones –se quejaba Gabriela.
-Oye, ¿ese caramelito quién es? –señaló Ana a la chica de los donuts.
-¿Te gusta? Es nueva. Llegó hará dos días.
-¿Si me gusta? No solo eso sino que pienso follármela.
-Pues lo tienes difícil.
-Para mí lo único difícil es confesarme con un cura.
-Que no te enteras. Esa zorrita que ves ahí le chiflan las pollas. Le pones diez delante y las mama todas.
-¿No sabías que todos nacemos bisexuales? Lo que ocurre es que luego nos inclinamos por la carne o el pescado según nuestra condición sexual.
-Vaya, eres una puta culta o qué.
-¿Cómo se llama?
-Paula Rodríguez.
-Quiero que investigues a Paula Rodríguez y me digas en qué habitación reside.
-Chupao.
-Quiero saberlo todo sobre ella. Su ficha académica. Cuantas veces caga al día. El color preferido de sus bragas. Qué películas porno le gusta. Todo.
-Hecho.
-Lo quiero todo antes de una hora.
-Joder, Ani, a primera hora tengo un examen. No puedo.
-Si quieres te lo repito pero con el puño cerrado.
-Vale, qué zorra eres. A veces me pregunto si tu amistad me aporta algo.
-La que se arrima a mí lo logra todo. Y tú ...
... lo tienes todo, querida. Dinero. Sexo. Belleza. Popularidad. Y gracias a mí.
-Hay que adorarte, Ani.
-Mírala, Gabri, está buenorra que no veas.
-No sigas mirándola o mojarás las bragas y la minifalda.
-Ya lo están.
-Joder con tu coño. Es como la pistola de Clint Eastwood. Rápida y veloz.
-Mira, se levanta.
-Sí, irá al baño de la cafetería.
-¿Sabes cuál es la clave del éxito?
-No, pero sé que me lo vas a decir.
-La improvisación.
-¿Cómo dices?
-Las cosas no planeadas salen mucho mejor. Por eso me encanta improvisar al paso.
-Uy, qué miedo me das. Esa mirada la conozco. Algo tramas.
-Espérame aquí –se levantó Ana y se acercó a la barra del bar-. Hey, Xavi, pásamela.
El camarero se acercó con una llave.
-¿Quién es esta vez?
-Se llama Paula y está para un diez polvos seguidos.
-Seguro que tú la das diez y tres de regalo –rió Xavi.
-Eres un cabronazo encantador. Gracias –cogió Ana la llave y se dirigió a los baños. La puerta del baño de chicas estaba cerrada por dentro. Se podía escuchar a Paula dentro. Usando la llave, Ana abrió la puerta y entró.
-Hey, ¿qué coño haces? Está ocupado –se quejó Paula sentada en el váter y con las bragas en los tobillos.
-¿Qué es? ¿Líquido o sólido?
-¿Cómo dices?
-¿Que si cagas o meas?
-¿Y a ti qué cojones te importa?
-Todo lo que hagas a partir de ahora me importa.
Ana escuchó caer las cagarrutas y sonrió con estupor.
-Vale. Es sólido. Caga tranquila –empezó Ana a ...