1. Helena y el electricista a domicilio


    Fecha: 03/09/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Hardcore, Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Helena y el electricista a domicilio.Helena se estiró felinamente en mi cama, completamente desnuda, hermosa, perversa, increíble. Habíamos estado buena parte de la mañana enredadas mientras nos acariciábamos y besábamos. Nos habíamos amado de todas las maneras posibles, pero ya era hora de volver a la rutina diaria.Ella miró el reloj y se levantó apurada. Tenía que visitar a su madre internada en una clínica cercana, pero prometió regresar un rato más tarde.Intenté hacer un café como despedida, pero apenas encendí la cafetera expreso, unas chispas en el tablero de la cocina indicaron que algo funcionaba mal. O mejor dicho, no funcionaba, ya que se cortó abruptamente la luz.Mi amiga tomó su teléfono celular y llamó a su electricista. Me dijo que trabajaba muy a conciencia y no me cobraría caro. El hombre prometió venir en media hora.Un rato después de la partida de Helena apareció efectivamente el electricista en la puerta. Era un hombre bastante corpulento, no muy apuesto pero de mirada afable, que me dio cierta confianza para permitirle pasar. Lo conduje a la cocina y comenzó a trabajar en el tablero de fusibles. Me dediqué entonces a lavar unos platos sucios en el fregadero, mientras conversaba con el hombre, quien en apenas un rato solucionó el problema.Le agradecí y busqué mi cartera para tomar dinero y pagarle sus servicios.De pronto sentí que el hombre estaba detrás de mí. Una de sus manos se deslizó entre mis piernas y comenzó a masajear mis labios vaginales a través ...
    ... de mis livianas calzas, que a esa hora ya estaban bastante humedecidos.“Helena me dijo que no iba a ser fácil convencerte” comentó sonriendo.“Helena a veces se equivoca” le respondí, mientras me inclinaba sobre la mesada apoyándome en mis codos, alzando mi cola en alto, dándole a entender que podía continuar con lo que estaba haciendo.El tipo entonces deslizó las calzas hasta mis rodillas y comenzó a acariciarme el clítoris, mientras seguía pasando su mano entre mis labios calientes y húmedos. De golpe sentí que su pulgar presionaba para entrar en mi estrecho ano.“No, por atrás no” le pedí y por el momento no insistió.Cuando me tuvo bien caliente y lubricada, casi chorreando, se separó un instante y pude oír que se desabrochaba los pantalones. Tomó mi mano y me hizo tocar su verga, que a esa altura estaba durísima, además de parecer bastante grande. Quise girar mi cabeza para verla, pero me tomó por los cabellos inmovilizándome, diciendo: “No, perrita, no vas a mirarla, vas a sentirla bien dura y bien adentro”.“Te voy a coger como nunca nadie te cogió en toda tu vida, vas a ver…”Pensé que me había equivocado en dejarlo actuar tan libremente, tal vez fuera un psicópata que iría a maltratarme con brutalidad y asesinarme en mi propia cocina, pero al final decidí arriesgarme y seguir hasta el final.No pude seguir elucubrando demasiado, enseguida sentí que apoyaba su cuerpo contra mi cola alzada y luego la cabeza enorme de su pija comenzó a abrirse paso en mi interior. Tenía una ...
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