1. Habitación 248


    Fecha: 20/08/2019, Categorías: Hetero Autor: NoeliaMedina, Fuente: CuentoRelatos

    ... hacía paso por la ranura y con rapidez me agaché y metí la cabeza bajo la cama, haciendo como quien busca algo. La puerta se abrió; era él.
    
    Hice como la que no oí su llegada, pero percaté perfectamente como sus pasos se detuvieron al verme allí y de aquella manera: A cuatro patas mientras mostraba el trasero y un coño chorreante que esperaba su llegada.
    
    Saqué la cabeza de mi escondite y me levanté como si nada. Al darme la vuelta y encontrarme de bruces con él, pegué un pequeño repullo, fingiendo asustarme por su repentina llegada.
    
    —Disculpe, no sabía que estaba ahí.
    
    Emilio alzó una ceja y sonrió de medio lado con aquellos labios carnosos y apetecibles.
    
    —¿Qué se le ha perdido?
    
    —El tornillo de uno de mis pendientes —mentí, echándome la mano a una oreja y apartando el pendiente de manera disimulada.
    
    —¿Y las bragas?
    
    Me quedé sin respiración al escucharle decir aquello.
    
    —¿Cómo dice? —pregunté, fingiendo voz ofendida.
    
    —Que si ha perdido también las bragas, como no las lleva puesta...
    
    —¿Quiere que termine de limpiar la habitación, o vuelvo cuando se haya marchado? —Cambié de tema.
    
    Sonrió.
    
    —Quiero que la limpie mientras yo acabo, no la molestaré.
    
    Sonreí interiormente. Estaba llamando su atención.
    
    Emilio, enfundado en un traje oscuro que marcaba un perfecto trasero y unas piernas largas y estilizadas, entró al baño y tiró de la puerta, dejando una ranura bastante descarada. Me moví por la habitación con sigilo, disimulando limpiar ...
    ... mientras lo espiaba. Vi como aflojaba la corbata delante del espejo y desabotonaba la camisa, dejando a la vista un abdomen perfecto; desabrochó la correa y la sacó de las hebillas con lentitud, consiguiendo que se me resecara la boca; atrapó el filo del pantalón y tiró hacia debajo, dejando su falo al aire, caído hacia abajo y dejándome paralizada con su tamaño.
    
    Joder con Emilio...
    
    Se metió en la ducha, mostrándome su trasero, y cerró la mampara privándome por completo de las vistas. Aburrida de esperar, decidí que aquel, definitivamente, no era mi día de suerte, así que me puse a limpiar con rapidez para terminar contra antes mejor. Y cuando ya estaba todo perdido, y solo me quedaba dejar las toallas limpias encima de la cama, la puerta del baño se abrió por completo y Emilio salió con el colgajo al aire y su magnífico cuerpo trabajado.
    
    Lo miré mientras notaba como mi boca se abría poco a poco, sin querer disimular la expresión.
    
    —Disculpa, creía que había terminado y se había marchado.
    
    Negué con la cabeza, embobada con su miembro.
    
    Dio dos pasos hasta mí, se quedó mirándome fijamente y, sin decir palabra alguna, me dio la vuelta y pegó mi espalda con su pecho húmedo. No me moví, puesto que lo que yo quería lo estaba encontrando.
    
    —¿Cuántos años tienes? —preguntó atrapando mi coleta con fuerza y tirando hacia detrás con brusquedad, para hablarme al oído.
    
    —Veintitrés —respondí con la respiración acelerada.
    
    —Umm... cumples mi regla de oro: No más de ...