1. La soledad de los llanos (Capitulo 7)


    Fecha: 18/08/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos

    ... sentimiento infernal que acechaba por todo el horizonte. El viento soplaba con velocidad inaudita y el silbido intimidante penetraba hasta los huesos. A la distancia, el joven vaquero observaba con desafío el lugar donde habitaba su tercer rival<<el picacho del buitre>>. En esta guarida se escondían tras sus fechorías todos los cuatreros del Lobo. Se encontraba entre las verdes praderas de Jalisco. Era una cadena de cerros y lomas confusas que se dividía en cientos de caminos y veredas. Un lugar intransitable que detenía la buena voluntad de la Policía. Sabían que allí se refugiaban los criminales más buscados de la región. Sin embargo, su inaccesibilidad complicaba los arrestos. Desde 3 kilómetros se divisaba el dibujo diabólico del jacal que guardaba al asesino más cruel del bajío. Estas pequeñas montañas daban la impresión de estar empalmadas una sobre la otra. Pero al avanzar a su encuentro, se separaban lentamente para mostrar un contraste visual majestuoso. Hermoso durante los días y aterrador durante las noches. La ilusión óptica generada por las siluetas de los cerros era la de un enorme titán se moviéndose hacia ti. En la punta del cerro estaba la cabaña de Leobardo “El Lobo” Rodríguez.
    
    El cruel asesino era muy celoso de su privacidad. Jamás dejaba que nadie pusiera un pie en su hogar, ni siquiera sus secuaces. Era una ofensa que se castigaba con la tortura. El punto fue entendido por sus compinches cuando en cierta ocasión un delincuente llamado Braulio ...
    ... Menchaca entró sin permiso. Dicha acción fue considerada un acto de espionaje. Lo atrapó y después de una soberana paliza, le amputó 3 dedos de cada mano por si pensaba robar. Minutos después lo arrastró y lo dejó maniatado en un árbol por 3 días. Después del martirio le preguntó si le gustaba mendigar en las calles y Braulio negó con la cabeza. Entonces Rodríguez sacó su pistola revolver calibre .45 y le disparó en la frente. Lo asesinó a sangre fría delante de sus secuaces para establecer una regla implícita.
    
    “Nadie entra en mi casa”
    
    ***
    
    La moneda estaba en el aire. Luis sabía a lo que se estaba enfrentando. Tras largas horas de análisis enlasoledad de los llanos. El joven consideró la gran posibilidad de ser asesinado. Un alma que agregar a la colección de víctimas de El Lobo. De todas formas el joven se apegó a su plan. Se encaminó hacia su negro destino. Ansiaba encontrarse cara a cara con el tercer asesino de su padre. Su alma, mente y corazón estaban resueltos. Se puso en manos de Dios. Reconocía que este era el rival más cruel y sanguinario al cual se iba a enfrentar. Por si fuera poco, El Lobo contaba con más de 30 malhechores a su disposición. Todos ellos con la misma visión y mente criminal de su líder. Luis consideró la desventaja numérica durante el trayecto. Pensaba en la manera de eliminar a su enemigo sin que su banda lo defendiera. Nunca consideró enfrentarse a todos. Una cosa era la valentía y otra muy diferente la estupidez. Visualizaba escenarios en ...
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