1. Celebrando el 31 de Diciembre con un amigo


    Fecha: 01/09/2017, Categorías: Gays Autor: lewisvagi, Fuente: SexoSinTabues

    ... enterrada en su culito. No me hice esperar, con el dedo índice y ayudado con la abundante saliva quité mi lengua y mi dedo tomó su lugar. Mi dedo también encontró resistencia y mi boca cubrió su glande y mi dedo pujó por entrar y su cuerpo cedió, mi dedo entró. Suavemente mi dedo entró hasta el primer nudillo y sentí la presión de su esfínter como un fuerte anillo que lo quería ahorcar. Con mi boca le succionaba la verga y mi dedo continuaba entrando en él. Sus piernas colgaban abiertas cada una a mis lados y su cuerpo tenía las caderas algo levantadas, pero ya no era Yo, era Guille que las elevaba por mi. Saqué mi dedo y tomando mi verga con mi mano, pasé la cabeza de mi verga por su raja y Guille bufó. No Le respondí que solo quería pasar la cabeza por allí para sentir rico y que él también lo iba a sentir igual, que no se la iba a meter, que solo lo iba a frotar. Así fue, mientras lo mamaba, también estaba frotando mi verga en la puerta de su culo y por momentos la dejaba allí, solamente quieta en la puerta de su ano. Yo seguí mamándolo, mi glande hacia presión en su culo pero como si no tuviera ganas de entrar. Mi verga estaba más dura que nunca, su verga también. Podía sentir el calor de la cabeza de su verga en mi lengua y podía sentir mi propio glande ardiendo en la entrada de aquel culo virgo que estaba así por mi. Entonces sucedió algo, sería la suma de mi saliva tras tanto lengüetazo y la cantidad de liquido pre-seminal que salía de mi pene que el ano de Guille ...
    ... comenzó a dejarme entrar. Si, el culo estaba cediendo; sentía como mi cabeza entraba en su culito apretadito y fruncido. Que delicia, que delicia sentir como esa piel se va estirando y va acariciándote el gorro de la verga a medida tu vas entrando, que maravilloso sentir cuando traspasas el esfínter y pareja suspira por sentirte dentro de él. Guille brinco, Sí, brinco cuando mi cabeza estuvo dentro de él, fue algo hermoso. Entonces fue cuando sentí como sus piernas abrazaron mi cintura y sus talones se posesionaron arriba de mis nalgas. Lo abracé y bese su cuello tiernamente mientras pujaba por entrar más. Sus talones me forzaron a ir más allá. Mi verga entró y Yo tenía toda mi verga dentro de mi amigo Guille, ese machín casado y fortachón que se había rendida a mi lengua y a mi verga. No se cuanto tiempo pasó, podía sentir los pliegues del culo de Guille en el paso de mi verga aquello fue fabuloso, me lo estaba cogiendo allí en su propia cama. Guille no decía nada y Yo por igual, no quería que con palabras se arruinara esa entrada triunfal. Su año apretaba mi verga a medida le daba duro al entrar y sus piernas me apretaban más cuando quería salir y sus talones me apresuraban a que lo volviera a ensartar. Fue delicioso, cambiábamos de posición, lo ponía en la esquina de cama boca arriba, de perrito, boca abajo con sus piernas colgando y no se cuantas formas más. Pasaron unos largos minutos más y cuando tenía a Guille de cucharita a mi comencé a sentir que ya me venía y se lo hice ...