1. Simón, mi otro tío gozón dándome a mis 16


    Fecha: 06/08/2019, Categorías: Incesto Autor: marianoking, Fuente: SexoSinTabues

    ... ese hombre jamás hizo una cita con la depiladora. Sus gemidos y groserías para conmigo eran repetitivas, ¡ qué rico la mamas!, ¡se siente rica esa boquita de puta!. Eso me calentaba a tragar con más placer y a pasarle la legua por los huevos con toda su palo en mi boca; Afff, aff, aff,, así. Parecía en la gloria; me la sacaba por momentos para pajearlo y ver en todo su esplendor esa pinga más sabrosa que la de Lucas, más grande, más oscura, con la cabeza más roja. Chorros de saliva salían de mi boca y quedaban atrapado en la jungla de su pelvis, a Simón le gustaba que se la mamara con bastante lubricación, no importaba que para eso quedara todo bañado con mi baba. -Te quiero coger, déjame darte huevo; me dice mientras me daba arcadas en la garganta con su mandarria. Me pongo de pié y dejo caer por completo mis pantalones y boxer hasta los tobillos, para mostrarle mis grandes nalgas y piernas perfectamnete tonificadas y sin un vello. Me acomoda en pompas con las manos a la pared, exhibiéndole toda mi carnosa colita. En esa posición me observa por poco tiempo para entre jadeos acercarme su verga y restregarla en mis nalgas como desquisiado. Ese palo estaba duro, baboso, venoso, cabezón, y el placer me invadia entre la rajita, sabía que ese pipe era algo más grande que el de Lucas, por tanto iba a tener que aguantar y gozar más. Qué culo tan rico tienes! Esas nalgas! Estan deliciosas! Quiero metértelo! No aguanto, afff que rico! . Torpemente él trataba de taladrarme sin éxito, ...
    ... hasta que con mi ayuda pudo encontrar su premio. Y me dejó ir aquella verga negra, Aff. Me ardía mucho, sentía su poderoso miembro abriéndose paso en mi culo, llenado cada vacío de él. Giro un poco la cabeza para ver como ya con mejor agarre y estando un poco más lubricado entraba esa nueva verga, que parecía perdida entre mis abundantes nalgas; mi vista ahora era ese bosque oscuro chocando fuerte mis redondas armas letales. Se que mi silueta de lado se debió ver perfecta en esa posición. Simón estaba como loco gozando en cada embestida que me daba, ya había aumentado la velocidad y hablaba más fuerte, gemía a más no poder, me nalgeaba, se acercaba a mi oido y sentía esos vigotes rozar mis lóbulos, me pedía que le diera siempre a probar mi culo, que era demasiado rico, que no se lo diera a nadie más que a él, que quería ser mi marido y si yo me portaba siempre así de perra me complacería en todo. Ya totalmente acostumbrado a esas arremetidas, sentía mi cara chocar de la rústica pared y empecé a mover mis nalgas rápido atrapando ese pinga, pareceia que hacía twerk con mis glúteos alrededor de esa anaconda. Entonces, miro hacía atrás una vez más para ver los ahora ojos lujuriosos de Simón, que ya convulsionaba; y recordé a aquel macho de la película que le daba verga a la puta en esa misma posición; aunque él no era ni la sombra de aquel actor, mi mente recreaba ese momento una y otra vez, como si yo fuese su puta y justo estamos en la casa de Dios, dónde esas monjas de clausura ...