1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (27)


    Fecha: 31/08/2017, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando me desperté, y después de estirarme bostezando, miré a los dos lados de la cama, mis amantes se encontraban alejados de mi en posturas inverosímiles durmiendo como angelitos, Pablo mirando hacia mi y Álvaro para el otro lado.
    
    Observé con más atención los cuerpos yacentes a mi lado, resultaban los dos tan viriles y hermosos, el breve culito de Álvaro que sobresalía más por la pierna doblada en ángulo recto y con la rajita del culo cerrada, sus desarrollados muslos poblados de suave vello. La cara inocente de Pablo casi oculta por el pelo, pero donde se le veían los sensuales y húmedos labios.
    
    Mi polla se me iba endureciendo admirado por tanta masculina belleza, me asombraba la capacidad que tenía para excitarme y lo dura que se me ponía la verga en cuestión de segundos, se me ponía tiesa con cualquier visión de cuerpo que viera y me gustara, y los dos machos viriles que tenía a mi lado eran de los mejores.
    
    Antes pensaba que eso se me pasaría, cuando tuviera el sexo suficiente, y quizá por esta característica de mi sexualidad, pude admitir y gozar lo que Eduardo y Pablo me pedían, y disfrutar de tantos hombres y de sus poderosas vergas.
    
    Para no despertarles me deslicé hacía el pie de la cama para bajar por allí, y procurando no tocarles ni hacer ruido me fui al baño, me lavé los dientes antes de intentar mear, resultaría imposible con el empalme de polla que tenía.
    
    Cuando regresé habían cambiado de postura acercándose entre sí, aunque me dolía ...
    ... despertarles de su agradable sueño tenían que levantarse, ya había amanecido y la luz era muy suave, me acerqué a la ventana y descorrí, abriéndola, la delgada cortina.
    
    La antes dorada arena de la playa, estaba cubierta por un manto blanco de nieve. Por la orilla del agua, libre de nieve, corrían algunos madrugadores en chándal, y a pesar del frío extremo, tres personas se bañaban en la tranquila y mansa agua.
    
    Unas manos me cogieron la cintura y el calor de una piel se apoyó en la mía.
    
    -¿No siente frío mi gatito? -sus labios rozaron mi cuello para quedar parados en la nuca.
    
    -Mira, hay gente en el agua, y eso si que tiene que ser helador, rodeados de nieve y bañándose, yo no lo podría hacer.
    
    -Están acostumbrados mi vida. -me di la vuelta y le abracé, Pablo también se había despertado y nos miraba sonriente desde la cama.
    
    -Si es que hace tanto frío podríamos seguir en la cama y hacer lo que nos gusta. -pero mientras hablaba bajaba de la cama y se acercó a la ventana, me besó delicadamente los labios y a Álvaro le dio una pequeña palmada en el culo.
    
    -¿No querías llevarnos a ver el acuario de la ciudad? Ya vamos a llegar tarde. -sin más se encaminó al baño y los demás le seguimos.
    
    El baño tenía una enorme bañera, personalmente prefiero los platos de ducha, más espaciosos y prácticos para una limpieza rápida, pero mientras uno se duchaba el otro se lavaba la boca, o yo me afeitaba los escasos pelos que tenía en la barbilla y bigote dejándome la cara limpia de adornos ...
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