1. LOS MUCHACHOS DE MI BARRIO V ( EL GRINGO Y EL ZAPATERO)


    Fecha: 31/08/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... abriendo el upite de a poco hasta que llegue el día en que te entre hasta los pelos. Todos los días un poquito más… Acostate boca abajo y pone flojito el potito para que mi bicho te entre. Eso así. Ponete la almohada en la pancita para que el culito quede levantadito y abiertito. Así… Que bonito que se ve… ¿Sabes? Nunca me culié un chico pero cuando vi al flaco que te la daba con todo primero me enoje y lo iba a fajar y escuché que vos querías, entonces me quedé a mirar y se me paró la pija. El hombre este se fue muy rápido y entonces pensé que por lo menos me podrías chupar la chota… Mientras hablaba se trepó a la cama. Acarició mi cola y después llevó de su miembro flujo que le brotaba como un manantial y me mojó la rayita y en especial el agujerito de mi culo. Separó mis piernas y metiéndose entre ellas colocó su miembro entre mis nalgas y me cubrió con su cuerpo, sin aplastarme. Luego pincelaba con su miembro duro y enorme toda mi rayita y mi ano. Sentía mi boca seca y que mi corazón latía alocadamente, pero también me sentía muy excitado. Con una de sus manos guió su miembro hasta la puertita de mi potito, apoyó con firmeza e hizo presión hasta que de golpe entró la cabezota y un poquito más. Me dolió pero mordí la sábana y lo soporté… -Qué rico nenito… Entra bien. Estas bien dilatadito, chiquitín. Tranquilo que lo vamos a pasar muy bien. ¿Te duele mucho?. -Un poquito… ¡Ay! No se mueva, espere un poquito… No me la meta a toda, don… -Tranquilo… No tengas miedo que yo te ...
    ... voy a culear de una manera que te va a gustar y no me vas a olvidar en tu vida… Los movimientos de sus caderas eran apenas perceptibles. El rose de su peluda piel en mis nalgas y en mi espalda me transmitían una sensación de placer que nunca había sentido y esto permitió que me relajara y dilatara mi ano. Sentí como se deslizaron hacia adentro de mi cuerpo varios centímetros más de su miembro. Sentí un placer singular mezclado con un poco de dolor… -¡Huy! -Tranquilo. Se fue solito porque yo no empuje ¿Te duele mucho?. -No, don. Me asusté un poco… -Yo te voy a culear despacito. Si te hago doler o querés que te la saque, decimelo… -Bueno…- ¿Cómo iba a querer que me la saque? Sentía las enormes dimensiones del falo del gringo que empezó a menearse y hacerme sentir que me partía en dos, que me subía el estómago hasta mi boca cuando metía y me dejaba vacío cuando sacaba. Además me hacía sentir el roce de sus pelos en mis nalgas y el balanceo de sus enormes bolas deslizantes, suaves y calientes. -Estás muy apretadito para mí y te voy a llenar enseguida… OOOOHHHHHH TE DOY PENDEJITO… ¡QUE HERMOSO CULITO ME DISTE! Aaaauuuuuugggghhhh A mí también me transmitió su gozo y su placer al sentir la violencia de sus pulsaciones al darme su semen. Acabó de una manera interminable y yo lo disfruté. Era tanto su liquido volcándose en mi recto que le pregunté -Don ¿Se está haciendo pis?. -No. Jajajajajá. Siempre acabo así. Mucha leche sale de mis bolas… Recordé que mi tío Tito me había hecho beber ...