1. La traicion de un sueño


    Fecha: 28/07/2019, Categorías: Intercambios Autor: cliksexy, Fuente: RelatosEróticos

    ... charla, por más que intentaba pensar en otra cosa solo estaba atento a ese posible desliz.
    
    - “¿Nos movemos y damos una vuelta por el jardin? – me invitó mirándome directamente a los ojos y tomandome de la mano de inmediato.
    
    Miré a ver donde estaba mi mujer. No la ví, habría ido al servicio o estaría en un rincón que no podía ver. Así que acepté, intentando soltarme de la mano con disimulo, pero pegarme a su cuerpo con el mismo disimulo. Dimos la vuelta a la piscina.
    
    - “La verdad es que tienes razón, estropearía mi vestido con el baño, pero tiene que ser una sensación muy excitante salir del agua con el vestido completamente empapado pegado a mi cuerpo, me refrescaría el calor que tengo”.
    
    Estaba claro que la cosa se estaba poniendo dura, …, y la conversación también, jeje.
    
    - “En estos casos lo mejor es usar la ropa interior como bañador. Ya lo he hecho en alguna boda que terminó en desmadre” – comente sonriendo pícaramente.
    
    - “Pues mi ropa interior se limita a un precioso tanga negro de raso con un corazón de brillantes de bisuteria justo en la unión de los hilos en mi culo” -
    
    Yo ya no sabía donde meterme. Estaba empalmado a reventar. La visión de una mujer tan sexy, su olor y la conversación estaba haciendo que el efecto de las copas fuese devastador en mi líbido.
    
    - Ciertamente tiene que ser una prenda muy sexy” – le dije mientras la rodeaba por la cintura en un acto reflejo.
    
    Estabamos pasando justo por delante del porche de la casa y ella tiró de ...
    ... mi hacia el interior. Yo miré a mi alrededor y vi que nadie prestaba mucha atención, ya que casi todos se concentraban alrededor del chiringuito y la piscina. Así que la seguí. Me llevo a un dormitorio que había junto al salón y que tenía una terraza con correderas de cristal que daban al lado izquierdo del porche. Estaban abiertas y tenía unas cortinas muy finas que oscilaban con la suave brisa que se levantaba. La cama era de matrimonio y los pies estaban orientados a la terraza. Se acercó, me rodeo con sus brazos para tirar de mi y me besó. Primero despacio, con los labios cerrados, pero de inmediato comenzó el juego de nuestras lenguas. Mis manos se posaron en su espléndido culo, sobándolo, agarrándolo. Ella se separó un metro de mí, y soltó el nudo del vestido, que cayó a sus pies, quedandose solo con el tanga que me había descrito y unas sandalias de tacón negras, en dos o tres vueltas al tobillo. La visión era espectacular. Estaba muy morena, se notaba que hacía topless porque no tenía marcas en sus tetas. Se giró, arqueó la espalda, mostrandome su culo y me dijo:
    
    - “Ves como no te mentía. ¿A qué es precioso el tanga? y mira que corazón tan sexy.”
    
    El tanga era de los que por detrás solo tienen un hilo y allí estaba el corazón, pequeñito y brillante en la habitación que solo se alumbraba con el reflejo de las luces de la fiesta en los cristales. Pegó su culo a mi y me lo refregó por la polla, que ya estaba deseando salir porque reventaba en su cautiverio. Yo cogí ...
«1234...7»