1. Hice que mi madre cumpliera mis fantasías (tercera parte)


    Fecha: 18/07/2019, Categorías: No Consentido Autor: voyeur34, Fuente: CuentoRelatos

    ... calientavergas.
    
    —¿Pues qué esperas?
    
    Cuando dijo eso metí mi verga dentro de su calzón, mi cabeza a la altura de su clítoris, su pequeña veta de vellos se asomó por primera vez a mi vista. Luego cubrí mi verga con su calzoncito hermoso y mi vista se hizo blanca. Puta madre ―literal― y puta zorra manipuladora calientavergas cachonda. Estallé, exploté, explotamos… Cuatro chorros de leche cayeron dentro de su calzón negro sobre su vulva hinchada, que también estaba experimentando un gran placer…
    
    ―¡SÍ, SÍ, SÍ PERRAAAA… DIOS QUE DELICIA!
    
    ―¡OHH ME VENGOOO! ¡AAAAHH QUE RICO! ―gritó mientras me abrazaba y me apretaba a su pecho.
    
    Dios. Tuvo razón. Ese fue uno de los mejores orgasmos de mi vida. Gracias a su hermoso cuerpo, sus palabras sensuales y su lenguaje perverso, cumplí mi maravillosa fantasía finalmente.
    
    Terminamos abrazados un rato, ella aun encima del mueble con mi verga dentro de su ropa interior, mojada. Me besó la frente y me observó con sus ojos hermosos.
    
    —¿Te gustó?
    
    —Eres la mejor madre del mundo.
    
    —Te estas convirtiendo en un macho.
    
    —Tú tienes la culpa.
    
    —Lo sé —dijo, y mientras lo decía, me apartó y metió su mano derecha dentro de sus pantis todas mojadas. Vio mi semen sobre su vello y su vulva. Posó su mano encima y lo froto sobre toda su pepa, embarrándose todos los labios vaginales y su clítoris.
    
    Era una hermosa imagen que hizo tener una nueva erección. Mi semen literalmente cubría toda su pepa hermosa y rasurada. Yo me sentí ...
    ... orgulloso, me sentí muy masculino y como un semental.
    
    —Es mi regalo. Mi macho ha marcado su territorio —dijo sacando la mano y dándome un beso tierno en la boca.
    
    Yo lo respondí. Nunca la había besado en la boca, aquello fue maravilloso. Sus labios eran pequeños y suaves, jugosos. Fue un beso sexy. Cargado de erotismo. Y con eso selló la tarde.
    
    Esa noche no se bañó, ni se quitó la ropa interior. Me dijo que así iría a la oficina al siguiente día, para sentirme sobre ella. Para sentirse más puta. Y efectivamente, a la mañana siguiente se vistió casi como una prostituta de la calle, un vestidito pegado y corto que apenas le tapaba los muslos. Apiádate de ellos, Dios mío, me dije al verla salir, después de que me mandara un beso con la punta de sus dedos. Yo me imaginé su vagina impregnada de mi sustancia. Es mía al fin... pensé.
    
    Me pidió que la acompañara a dormir en su cama aquella noche. Era la primera de muchas por venir.
    
    Porque la cosa no quedó allí, en mi primera fantasía cumplida, comenzando por esa noche que vino después, vendría un nuevo tiempo de sufrir sus palabras sensuales y sus provocaciones antes de nuevos descubrimientos sexuales a su lado. Recuerden que en ese tiempo que les relato, yo contaba aun con 18 años y no había penetrado a una mujer, así que mi mente y mi cuerpo fueron pidiéndome nuevas cosas para las que mi madre me haría sufrir antes de cumplírmelas.
    
    Pero eso en otro relato más adelante. Espero que hasta aquí hayan disfrutado tanto como yo ...