1. Mi primera vez en todo


    Fecha: 03/07/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... haya sentido antes. Incluso sentía como salían mis fluidos, los cuales Doby lamió con ímpetu. Después de ello mi bebé quiso montarme, pero aunque estaba más que ansiosa porque me penetrara, no quería que terminara tan rápido todo. Así que lo calmé un poco y me acerqué a su pene, el cual ya estaba comenzando a asomarse. Con una de mis manos lo masturbé lentamente hasta que su pene ya estaba fuera, rojo, enorme, duro y jugoso, me sorprendió mucho su gran tamaño, ademas que constantemente soltaba mucho líquido, y yo tan deseosa no dudé en metérmelo a la boca. Su sabor era extraño, pero delicioso, ni siquiera me cabía todo de tan grande que era, y encima me le llenaba de sus jugos tan ricos. Comencé mi vaivén de adelante hacia atrás de una forma lenta, a mi bebé le encantaba pues jadeaba mucho y movía la colita intensamente. Lo succionaba, y lamía desde la punta hasta su bulbo, que ya estaba comenzando a crecer. Sabía delicioso, y si en mi boca se sentía la gloria no podía ni imaginar cómo sería tenerlo en la vagina. No pude más y me puse en 4, con los hombros pegados al colchón y las nalgas bien paraditas, con las piernas abiertas y húmedas por la mezcla de mis fluidos y la saliva de Doby. Él entendió a la primera, y de inmediato me montó, aunque tuve que guiar su pene hasta mi conchita, una vez localizada me penetró de una estocada. Al principio dolió un poco, pues era virgen, pero gracias a que estaba más que bien lubricada y su pene que soltaba sus jugos a cada rato, ...
    ... inmediatamente todo se convirtió en placer. Y se sentía ¡uf! ¡Maravilloso! Su enorme pene me desgarraba deliciosamente mis entrañas, entraba y salía frenéticamente. -¡Oh sí Doby! ¡Dame más! - Tuve un segundo orgasmo, más intenso que el primero, y aun así no me bastaba, yo quería más y más de mi Doby, que no paraba de penetrarme con fuerza, y cada estocada soltaba más y más jugos, tanto que podía sentir cómo iban desbordándose a través de mis piernas, e incluso por mi vientre hasta llegar a mi pecho. Poco a poco su bulbo iba creciendo más y más, metiéndose dentro de mi vagina hasta quedar completamente adentro. Doby no paró pese a ello, al contrario, incrementó la intensidad de sus embestidas hasta que finalmente ambos nos venimos. Yo sentí como me invadían sus jugos tan calientes, eran litros y litros. Nos quedamos pegados durante unos 20 minutos, en los que Doby me soltaba lamidas en mi espalda mientras yo acariciaba mi clítoris. Cuando finalmente pudo salirse de mí escuché un "¡Plof!" y de inmediato salió todo su esperma fuera de mí, y estaba en lo correcto, era demasiado, mojé toca mi colcha y mis piernas estaban más que húmedas. Doby me lamió un poco más para limpiarme, aunque estaba tan húmeda y por todos lados que eso no bastó. Me senté con las piernas bien abiertas y metí mis dedos en mi vagina, sacando más de sus jugos y metiéndomelos a la boca, saboreando esa deliciosa mezcla de su esperma con mis propios juguitos. Doby se acercó a mi rostro y comnzó a darme lamidas por la ...