1. Habitación compartida.


    Fecha: 25/06/2019, Categorías: Anal Gays Hardcore, Autor: bi_gym_40, Fuente: xHamster

    ... que tuvo conmigo. Cuando regresé, me puse mi ropa de dormir.Era de mad**gada cuando el sonido de la TV me despertó. Presté atención a lo que escuchaba. Era la TV del salón de abajo. La comida china me había dado sed, de manera que tenía que bajar a la cocina a tomar agua. Cuando bajé las escaleras, lo encontré nuevamente dormido en el sofá con la TV encendida. Pero esta vez había una enorme diferencia. Estaba desnudo. Completamente desnudo. Pude ver con todo detalle su inmensa polla. Estaba circuncidado. Y además estaba rodeada de pelos ensortijados. Tenía un enorme par de testículos, que me imagino de ese tamaño por toda la testosterona que almacenaba en su extensa y grande humanidad. Seguí caminando hacia la cocina y bebí el agua que fui a buscar. De repente, se enciende la luz de la cocina. Era él, al natural. Verlo así, me asustó.No quise asustarte, me dijo.En verdad no me asustas, le dije. Vine a tomar agua, nada más.Vale. Yo también necesito algo para tomar, dijo mientras se dirigía a la nevera.Quieres un vaso? le pregunté.No, gracias. Yo tomo las cosas por mí mismo.Vale. Como quieras.Se bebió medio litro de zumo de naranja de un sorbo y se limpió con la mano. Yo ya me estaba sintiendo incómodo viéndolo con semejante salchicha colgando de su entrepierna, además de que su presencia física era simplemente imponente. Hice un rodeo por la mesa de la cocina para salir sin tropezarme con él, pero extendió un brazo y fue todo lo que tuvo que hacer para detenerme.Qué quieres? ...
    ... le pregunté mirándole a los ojosTe quiero a ti, me respondió mirándome a los ojos. Me sentía en ese momento, tan desnudo como él.Y me besó. En realidad, nos besamos. Traté de abrazarle con los débiles brazos, pero en verdad, me estaba ahogando con toda su humanidad. No me había sentido tan feliz en mi vida como en ese momento, en que fuimos dos hombres besándonos apasionadamente.Pasó una eternidad con su lengua dentro de mi boca, con sus manos tocando mi cuerpo, con sus dedos tratando de entrar en mi ano, más dilatado que nunca, con su mano buscando mi entrepierna que latía con tanta fuerza, y con mi mano que no se daba abasto para abarcar su polla, y que de momento no estaba erecta. Mis manos querían llegar a otros sitios ocultos de su cuerpo. Sentía todos sus pelos frotándose contra mi depilada humanidad, y sentía sus gotas de sudor corriendo por mi cuerpo. Sin ningún esfuerzo de su parte, me cargó y me puso boca abajo en la mesa del comedor. Había lubricado los dedos de su mano, y empezaba a introducirlos en mi ano, relajado y listo para él. Me dio un par de nalgadas. Para aumentar la posesión que hacía de mi, y me introdujo su pene. Mejor dicho, me empezó a follar con su polla. Sentí aquella cabeza empezando a entrar por mi ano, sin poder oponer ninguna resistencia de mi parte. Me sujetó por el cuello, lo que me impidió mover la cabeza. Después de introducir la cabeza de su polla, introdujo el resto de la polla. Sentía cada pelo rizado, cada vena, con cada embestida que me ...