El fiel amigo del casero quiere más - Relatos Eróticos

El fiel amigo del casero quiere más

... piel y eso me provocaba un placer inusitado.Podía oír mis propios suspiros y jadeos; mientras esa pija dura se abría paso cada vez más profundo en mi recto…Después de un buen rato, Marcos se quedó quieto; con su verga enterrada a fondo en mi ano y entonces pude sentir que esa cosa pulsaba y entraba en erupción; descargando oleadas de semen hirviente en el fondo de mi culo.Cuando depositó la última gota en mi cuerpo; Marcos se retiró suavemente y me acarició la cola con mucha delicadeza.“Ahora es el turno de mi amigo Hércules…” Anunció alegremente.Traté de disuadirlo; un poco por miedo al dolor que me ocasionaría ser abotonada por el ano con semejante pedazo de verga enorme. Pero Marcos no pensaba cambiar de opinión. El muy turro estaba decidido a verme gritar y aullar como una perra en celo…Me dijo que él ya me había dejado el ano bien dilatado y lubricado con su semen y que, por lo tanto, no iba a sentir nada de dolor…Finalmente me dejé convencer. Esta vez me hizo bajar de la cama y ponerme en cuatro sobre el piso. Luego llamó al perro…Hércules se acercó y avanzó entre mis muslos expuestos, hasta llegar con su nariz a olfatear mis labios vaginales.Pero de pronto el bicho levantó su cabeza y comenzó a lamer mi ano; de donde todavía salía algo de semen de su dueño…Le pedí a Marcos que no se alejara, para que pudiera controlar los movimientos de su perro, si el bicho se ponía intratable…La lengua de Hércules explorando mi ano comenzó a darme oleadas de placer y pronto pude ...

... oírme a mi misma gimiendo y jadeando.Sin previo aviso; el perro montó sobre mis caderas y esta vez sentí que la punta de ese pito colorado; grueso y duro, trataba de entrar por mi estrecha entrada trasera…Después de varios intentos fallidos; me estiré y tomé suavemente su pija erecta entre mis dedos. Lo dirigí a mi culo y entonces Hércules, apenas sintió el calor de mi ano, me embistió con mucha brutalidad.Se hundió en mi culo en una sola embestida larga y allí se quedó quieto unos instantes. Luego comenzó a balancearse sobre mi espalda, penetrándome cada vez más profundo.Finalmente comencé a sentir que esa bola roja crecía y me asusté al pensar que también iba a entrar en mi estrecho ano; abriendo mi canal rectal al máximo. Lo sentía infernalmente caliente…Podía sentir el golpeteo de su verga en lo más profundo de mi ano y el dolor era indescriptible pero aun así todavía podía soportarlo.Mi culo cada vez estaba más en llamas y Hércules se movía a toda velocidad; taladrándome el canal rectal sin ninguna piedad...De repente comenzó a eyacular; llenando mi ano por completo.Me sentí muy satisfecha. Había sido dominada por ese enorme macho canino; que había hecho todo a su antojo con mi cuerpo.Todavía faltaba. Hércules dejó de eyacular y fue girándose; hasta quedar su culo contra el mío; los dos perfectamente abotonados…Con su tremenda verga atrapada dentro de mi ano; Hércules sintió dolor; porque aulló de manera lastimera… Y yo también…Marcos lo sostuvo para que no se moviera y eso ...