El fiel amigo del casero quiere más - Relatos Eróticos

El fiel amigo del casero quiere más

Después de esa tremenda cogida que me había dado Hércules, el fiel perro ovejero de Marcos, el casero de mi amiga Helena; decidí quedarme el resto del día descansando; en especial para recuperarme del dolor que me había quedado en mi castigada y hambrienta vagina.Luego de disfrutar una ducha tibia en brazos de mi amiga Helena, me recosté desnuda en la cama. Intenté ponerme una tanga, pero mi cuerpo no soportaba ni siquiera el roce de la tela.Después de cenar me sentía un poco menos dolorida; así que me levanté y cené a solas con Helena.Tomamos un café y ella con una mirada cómplice me dijo que saldría con un tipo; que la pasaría a buscar en auto.No sabía dónde iría con ese hombre; pero me aseguró que, tal vez, era muy posible que no regresara en toda la noche.Envidié su suerte; mi amiga iba a coger con un amante y yo me quedaría a cuidar la casa y a reponerme de esa brutal garchada matutina que me había pegado el fiel Hércules…Después de todo, aunque dolorida; no lo había pasado tan mal: Había gozado como una verdadera perra, sintiendo esa bola hinchada dentro de mi cuerpo y litros de semen invadiéndome…Helena salió al escuchar la bocina del auto, pero con picardía no me permitió asomarme para ver quién era su nuevo amante…Descorché una botella de vino y me senté en el salón para ver una película erótica; aunque sabía que no podría ni siquiera tocarme…Un rato después se asomó Marcos; con su torso desnudo y sudoroso. Me dijo que había estado haciendo gimnasia y que se ...

... encontraba muy, muy caliente…Le sonreí, diciéndole que su fiel amigo me había dejado la concha arruinada y que me dolía horrores: Necesitaba descansar un poco.Pero Marcos insistió; ofreciéndome ir a su habitación.Mi calentura pudo más que mi dolor y agotamiento. Pronto estaba desnuda otra vez en su cama.“Me encantaría darle por el culo, señora…” Dijo suavemente…Su tono de voz me convenció, Era dulce y autoritario al mismo tiempo; sin darme chance para resistirme.Le advertí que su verga era bastante gruesa y que debería lubricarme bien antes de intentar metérmela por atrás…Me puse en cuatro y esperé su asalto. Marcos introdujo un dedo lubricado con gel en mi estrecho ano; con mucha suavidad…“Así le duele, señora…?” Me preguntó con mucha dulzura.Le dije que estaba bien y entonces él aceleró los movimientos de su dedo, agregando enseguida otro más. Cuando se aseguró de que mi ano estaba bien dilatado, se quitó los pantalones y otra vez me mostró de cerca esa verga magnífica, colgando venosa y tiesa entre sus piernas…Asumí la posición en silencio y Marcos me aferró por las caderas, mientras la punta de su pija pugnaba por abrir mi estrecha entrada trasera. Pronto lo sentí traspasar mi esfínter anal y dejé escapar un suspiro de sorpresa.El chico se afirmó bien y comenzó a bombearme el culo con suavidad.Comencé a gemir sintiendo placer y le pedí que se moviera con más ganas y que me sodomizara sin tenerme misericordia…Marcos gruñó y comenzó a bombearme a lo loco. Sus uñas se hundían en mi ...