1. Bisabuela de mi hijo (Parte IV)


    Fecha: 14/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Till_Marqueze, Fuente: SexoSinTabues

    Esa noche en nuestra habitación me puse un baby doll de seda y encaje negro, sin nada abajo. Al verme, Ignacio, no lo podía creer, noté como su verga se paró, me acerqué a él gateando en la cama, lentamente le desabroché el pantalón y lo fui bajando junto con su calzón, al ver ese miembro me prendí a él con la boca, nacho me agarro de la cabeza con una mano y empezó a marcar el ritmo, con la otra recorría mi espalda tratando de llegar a mis nalgas, cuando alcanzó a una me dio un chirlo (cachetazo), lejos de molestarme me incitó a chupársela con más ganas, y así hice hasta que recibí mi premio, como en ese momento la tenía tan metida en la boca mi nieto me depositó sus “chicos” directamente en la garganta. Retiré mi boca de su miembro y me dirigí a besarlo, “veni, tu abuela tiene tu premio por haber limpiado el living”, mi hombrecito fue a buscar los condones, pero lo detuve, le dije que para esto no era necesario, agarré un potecito de vaselina, le pasé muy poco por el pito a nacho, me di vuelta, le pedí que me ponga vaselina en el ano porque no quería que me lo desgarre ya que hacía mucho que no lo hacía por ahí, y deje mi cola a su disposición. Le pedí que sea gentil que tiene que ser más cuidadoso que por delante. Poco a poco apoyó su miembro y lentamente fue presionando. Su miembro fue abriéndose paso por mi ano y paulatinamente por mi recto, al principio sentí una presión incómoda, pero de a poco me acostumbré y comencé a disfrutar y gozar. Los gemidos invadían la ...
    ... habitación hasta que llegando al climax mi nieto me dice “Te amo abu” y descargo todo en mi recto. Para serles sincera no acabé en esa ocasión, pero tuve una satisfacción mayor, por primera vez sentí que alguien me dijo TE AMO con todo su ser. Nacho sacó su pene de mi ano y me abrazó, nos acostamos y nos dormimos. Los días y semanas continuaron sin percances, de las puertas para afuera éramos abuela y nieto y dentro de la casa éramos marido y mujer. Al principió costó el separar y diferenciar las cosas, pero lo conseguimos al poco tiempo. Nosotros seguíamos teniendo relaciones casi a diario, a veces el llegaba muy cansado del colegio y de deportes o yo de mi trabajo, pero siempre una atención había, o yo lo esperaba con la ducha caliente o el me recostaba en la cama y me hacía masajes en los pies y piernas, esas eran otras formas de hacer el amor sin necesidad del coito. Pasaron los meses y, ni él ni yo, nos podíamos sentir tan complementados, pero a la vez nos faltaba algo así que un día en la cena le dije que teníamos que hablar. T: Mi amor, sabes lo feliz que me haces, ¿No? I: Si, y vos a mi abu. ¿Pasa algo? T: Es que, y no quiero que lo tomes a mal, siento que nos falta algo. Y no hablo del sexo o de compañía ya que en estos 3 meses que empezamos nuestra relación fuiste adquiriendo una experiencia y madurez inigualable. I: ¿Entonces? T: Prometeme que no vas a enojarte con lo que voy a decirte. I: Si abu, sabes que te amo y que doy todo por vos. T: Creo que lo que nos falta es ...
«1234»