1. Jugando billar con mi compadre...


    Fecha: 10/06/2019, Categorías: Gays Voyerismo Tabú Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... el jardín y lo único que hacíamos era platicar y tomar mucho vino tinto. Ya entrada la noche el compadre dijo que iría por más vino a la cocina y que regresaba, que no me fuera a mover. La verdad es que nunca he sido muy bueno para cumplir órdenes, así que pasados un par de minutos me levante y fui a buscar a Sergio. Uno nunca sabe, igual y necesitaba que le ayudara a cargar o algo. Me dirigí a la casa y entré en la cocina pero no había nadie. Hasta que pasados unos segundos escuché unas voces.¡No juegues muchacho!¡Usted sabe que no es juego suegro!Era mi compadre y Adolfo, su yerno, que venía atrás de él. Por puro acto reflejo, o porque tengo mucha suerte, me metí en la alacena y dejé un poquito abierta la puerta. Sergio entró con una sonrisa muy maliciosa y el muchacho atrás de él como perrito faldero. Por un momento pensé que estaban discutiendo, pero luego entendí lo que pasaba y de que forma. Mi compadre se acercó al mueble y quiso bajar un par de botellas de vino que estaban el la parte superior. Su yerno se le acercó por detrás y tomándolo por la cintura y le frotó la poronga en la cola. Le acercó la cara al cuello y se lo besó.¿Entonces que suegrito?¿Para cuando se me vuelve a hacer? Dijo mientras pasaba su mano a las bolas de Sergio y lo atraía más hacia él.¡A que cabrón me saliste muchacho! Respondió mi compadre parando su culito para sentir más cerca el bulto del muchacho.¡Y quien no con esas nalgas que se carga suegro! Le oí decir mientras con la otra mano le ...
    ... agarraba una teta.Pronto hijo. Yo también me muero de ganas por esa herramienta que la vida te dio. Dijo Sergio y se volteó para quedar frente a su yerno y frotándole la reata sobre el pantalón.Pues si quiere vamos ahorita al cuarto de servicio. Sirve que estrenamos la casa y nos quitamos las ganas. Total ¿Quién se va a dar cuenta? Comentó Adolfo mientras le acariciaba las nalgas.No muchacho. Hay mucha gente. Pero ya habrá oportunidad. Mi compadre le dió un beso a su yerno y lo dejó tan empalmado que de buena gana hubiera salido de mi escondite para ayudarlo con su asunto. Lástima que soy tan miedoso.Cuando Adolfo se hubo ido de la cocina, salí y me fui al jardín a buscar a Sergio. Iba feliz. Había descubierto que a mi compadre también le iban las culeadas y no iba a perder la oportunidad. Era como si fuera mi cumpleaños. La felicidad se me notaba y creo que la erección también. Llegué hasta donde estaba el oso de mis sueños y le palmeé la espalda.¿Qué pasó compadre? ¿Dónde andaba? Se tardó mucho.Estaba hablando con mi yerno. Es que quería que le ayudara con unas cosas.Si. Me imagino, dije con malicia.Y ¿Tu dónde andabas?Por ahí. De fisgón.Pues échese otra compadre. ¡Salud!¡Salud compadre! Porque se nos cumplan todos los deseos…La fiesta siguió y llegó a buen final. Mi compadre no se separó de mi ni un minuto y con las copas se puso harto cariñoso. Era el típico borracho que te empieza a abrazar y a decir que te quiere mucho. Yo respondí con igual entusiasmo y hasta en algunos ...
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