1. Mi madre y mi tía Lucía


    Fecha: 07/06/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Ferchu89, Fuente: CuentoRelatos

    ... madre que tiene una auténtica mata de pelo en el coño. Hubiera dado cualquier cosa por poder gozar con ellas yo también, y no me importaba en absoluto que una de ellas fuera mi madre, es más, creo que eso me excitaba especialmente.
    
    Las dos siguieron portándose como auténticas zorras y a mi ver a mi madre y a mi tía en aquel plan me ponía cada vez más cachondo. Lo que hicieron a continuación fue ponerse de cuclillas y chuparles las vergas a los dos machos hasta que se corrieron en sus bocas. Yo podía ver perfectamente como las pollas de los tíos se metían por entero en las bocas de las dos hembras y también veía, por su posición, sus coños perfectamente expuestos.
    
    Cuando ellos se corrieron las dos trataron de tragarse todo el semen que pudieron y no me cupo la menor duda de que ellas disfrutaron recibiendo su leche, parte de la cual terminó manchando sus caras y resbalando hasta sus tetas. Luego Andrés le indicó a mi madre que se pusiera a cuatro patas y en esa postura la penetró por detrás iniciando una salvaje follada mientras ella decía:
    
    —Así, así, jódeme, destrózame el chocho y dame gusto con tu pollón, cabronazo. ¡Qué bueno es esto! Sigue, sigue… Aaah, gozo como una cerda sintiendo todo tu rabo en el coño.
    
    —Toma rabo, zorra, que eres una buena calentorra. Eres una auténtica guarra, Nati. Cómo me gusta joderte, putona maciza.
    
    Por su parte Lucía se había tumbado de espaldas en el sofá y el otro hombre la estaba penetrando a toda velocidad mientras ella ...
    ... gemía sonoramente de placer. Al rato los cuatro llegaban prácticamente a la vez al orgasmo entre gritos de placer. Luego descansaron un poco y al momento ellas volvieron a chuparles los rabos a los tíos para ponerlos otra vez en forma, ahora cambiando de pareja y volviendo a empezar.
    
    Yo alucinaba viendo a mi madre y a mi tía tan desmelenadas. Parecían auténticas furcias, comiendo polla y siendo magreadas y folladas como unas fulanas. Me encantaba ver las abundantes carnes de mi madre, completamente desnuda y gozando del sexo como una cerda con aquellos dos tíos. Estaba tan excitado que tuve que sacarme la polla y casi sin tocármela me corrí abundantemente cayendo todo mi semen contra la puerta de la sala y en el suelo. Después de una hora con aquellos dos machos dieron por terminada la sesión ya que, aunque, según decían, ellas tenían cuerda para más, los pobres hombres ya no aguantaban pues se habían corrido tres veces cada uno.
    
    Al marcharse ellos yo me escondí de nuevo en mi habitación. Cuando ellas regresaban a la sala después de haberles acompañado a la puerta iban comentando que no les hubiera importado tener más ración de polla para quedarse satisfechas. Lucía le comentó entonces a mi madre que para ella lo ideal era un chico joven como yo. Sorprendentemente mi madre dijo entonces:
    
    —Chica, pues yo te pareceré una depravada, pero creo que hoy estoy tan salida precisamente por el incidente de antes con mi hijo. Me ha excitado que me viera medio desnuda y, la verdad, ...
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