1. Mi primera cita con mi Ama del chat (1)


    Fecha: 02/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: servicial10, Fuente: SexoSinTabues

    ... la falda y ofréceme tus huevos!- • Me la levanté y obedeciendo sus palabras tomé con mi mano mis testículos, los retorcí y se los ofrecí. Ignoraba que tenía pensado para mí. • Ahora te los voy a rodear con este pequeño collar como el que llevas siempre en tu cuello. Los rodeó y ajustándolo bien lo abrochó quedando mis testículos totalmente ceñidos y expuestos. • ¡Vámonos mi perrita! Quiero que me prepares algo para tomar, un vermut por ejemplo. Ya sabes cómo me gusta. Me fui a la cocina para preparárselo. Mientras lo hacía noté un tirón de la correa (era de esas que llevan los dueños para sus perros que pueden dejar más o menos cuerda). Lo dejé todo y a cuatro patas acudí a su presencia. • ¿Si, mi Ama? • ¡Nada!, solo quería verte llegar a mis pies, mi perrita. Me gusta lo rápido que reaccionas a mi llamada. Puedes seguir, y no tardes. Dejó libre la correa para permitirme ir a la cocina y terminar lo que me había pedido. • Aquí tiene su vermut mi Ama. • Échate al suelo, me servirás de mesa para el aperitivo. Me coloqué a cuatro patas frente a Ella con la espalda rígida para que pudiera depositar su bebida sobre mí. Se recostó en el sillón, encendió un cigarrillo y disfrutó del momento como solo Ella sabía hacer. • Mi perrita, has cometido un error que ya no tiene solución. Deberías haber supuesto que me apetecería fumar un cigarrillo por lo que tenías que haber traído un cenicero. Ahora ya no puedes moverte, eres mi mesa, por lo que tendré que usarte como cenicero. ¡Abre la ...
    ... boca! • Abrí la boca, saqué la lengua y esperé que mi Ama depositara la ceniza de su cigarrillo sobre ella. • Cuando seas usado como cenicero has de tragarla inmediatamente y limpiar tu lengua con saliva, no me gusta verte sucio, mi perrita. Me das asco, ¿entendido? • Así lo haré, mi Ama. Mi Ama seguía degustando su vermut a la vez que daba sensuales chupadas a su cigarrillo para echar el humo sobre mi cara. Mi boca estaba permanentemente abierta para recibir lo que Ella dispusiera. Yo cualquier cosa que depositara en mi boca lo tomaba como un regalo suyo y así lo degustaba y se lo hacía sentir. Con el aperitivo sobre mi espalda se dedicó a golpear con sus pies mis partes con el fin de que aguantara sin tirarlo al suelo. Esto hubiera supuesto una falta grave con su castigo correspondiente. Así pasé toda la tarde hasta que cerca de la hora convenida me hizo retirar su aperitivo, dejarlo todo bien limpio y postrarme a sus pies a la espera de la llegada de mi nuevo Amo. • Prepárate mi perrita, pronto llamarán a la puerta. Quiero que le recibas como se merece, pues será tu Amo como yo soy tu Ama. ¿Entendido mi perrita? • Si mi Ama, me ofreceré y le obedeceré como lo hago ante usted, mi Ama. • Así me gusta. Extendió su mano, me acarició la cabeza y me regaló con sus palabras. • Sé que me harás sentir muy orgullosa de ser tu Ama. Haré de ti un buen cabrón y un mejor esclavo a mi servicio. Me gusta presumir de lo que es de mi propiedad, de ti. El timbre de la puerta sonó. Me dirigí a ...
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