Mi primera cita con mi Ama del chat (1) - Relatos Eróticos

Mi primera cita con mi Ama del chat (1)

Mi nerviosismo era total, aquel encuentro que iba a mantener con mi Ama en real, tras mucho tiempo de ser su sumiso por chat, estaba superando toda expectativa que hubiera imaginado. No solo iba a rendirme a sus pies sino que iba a ser presentado como su esclavo a otra persona igualmente dominante, y para más, era hombre. Ella sabía por nuestros encuentros en el chat que yo era heterosexual así que no podía imaginar cuales eran sus intenciones para conmigo al invitarle esa tarde. Le había prometido que no le defraudaría y que le haría sentirse orgullosa con mi comportamiento cuando él llegara pero, ¿sería yo capaz de comportarme como un buen sumiso ante ambos?. Mi mente no cesaba de hacerse preguntas hasta que una llamada de mi Ama me hizo abandonarlas todas. • Te quiero esta tarde en mi casa (me facilitó la dirección) a las cinco de la tarde. Te conozco bien ya de mucho tiempo y no quiero que te asustes ni pienses que voy demasiado deprisa. Sobre este tema ya hemos hablado y cuando estés aquí, ya le he llamado para que venga a conocerte. • Si mi Ama, estaré en su casa a las cinco en punto como me ha ordenado. Al llegar a su casa y nada más entrar por la puerta la cerró y me mandó acompañarla. • Perrito mío acompáñame al dormitorio, vamos a elegir tu indumentaria para esta tarde. Quiero que estés muy guapo para cuando él llegue. Tomó la correa en su mano, me puso el collar alrededor de mi cuello y a cuatro patas, como el perro suyo que era le acompañé hasta el dormitorio. ...

... Allí abrió un pequeño baúl que tenía junto a la cama y comenzó a sacar ropa que iba colocando sobre ella. • Quiero que parezcas una auténtica criada. Toma ponte esto. Me mandó poner una faldita negra de cuero que me llegaba por encima de la rodilla para después colocarme una blusa muy ajustada que tenía unas aberturas que dejaban al aire mis pezones. También me hizo poner unas medias caladas de rejilla que estaban abiertas por delante y por detrás • Me gusta que estés accesible para cuando deseemos usarte. En los pies me hizo calzar unas bonitas sandalias de tiras con un pronunciado tacón. • Vamos a ver qué tal te manejas así vestida. Muévete por la habitación para mí, perrito mío. Sin soltar la correa de su mano me hizo andar y moverme por la habitación mientras celebraba mi nueva condición y se reía de mí con piropos y burlas sobre mi aspecto tan femenino. • Estás muy guapa mi perrita, porque ahora ya eres mi perrita y vas a serlo mucho más a partir de ahora. ¡jajajajajajajajaj! Vamos a preparar ahora las cositas que tengo para que todas estén disponibles. ¡ja ja ja ja ja ja ja!. Mira todo esto, lo vamos a pasar muy bien contigo y espero que tú también lo hagas sirviéndonos. Disponía de unas pinzas dentadas con una cadenita para los pezones, un set de plug anales de distintos tamaños, un arnés, unas esposas, varias velas, un bol para perros, un irrigador para enemas y otras cosas que desconocía para lo que pudieran servir. • ¡Acércate!, te falta algo muy importante. ¡Levántate ...