1. Las zapatillas de Isabel


    Fecha: 11/05/2019, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... a ver si entre la ropa sucia había unas bragas, posteriormente se dirigía al dormitorio y cogía un sujetador de su ropa interior, se tumbaba en la cama de matrimonio con las zapatillas puestas, se ponía las bragas en su nariz para sentir el olor del coño de Isabel y empezaba al masturbar con la copa del sujetador en su polla, lo hacia lentamente y cuando se iba a correr cogia una zapatilla, metía su polla dentro y echaba toda su lefa dentro, esperaba que no le pillasen si no no sabía como iba a explicar su afición y también se imaginaba a Isabel mirando sus zapatillas sin comprender porque siempre aparecían manchadas y con una humedad pegajosa. Joder que placer le daba todo eso. Un día que Pepe estaba en plena faena volvió Isabel antes de lo previsto, entró en su casa y oyó ruidos en el dormitorio, Pepe ni se enteró, estaba muy concentrado en sus cosas para ver lo que tenía alredor. Isabel se asomó al dormitorio y lo que vio la dejó alelada, allí estaba Pepe con una de sus bragas en la nariz, con un sujettador en su polla y con sus zapatillas puestas, su primera intención fue entrar y echarle a patadas, pero se quedó mirandole ys e lo pensó mejor, la verdad es que el mocoso tenía una polla nada desdeñable, era más pequeña que la de su marido, pero de grosor estaban a la paz, quiso evitarlo, pero se estba poniendo cachonda, se levantó la falda y empezó a acariciar su coño, lo tenía completamente húmedo, Pepe la había exitado de mala manera, se llevó los dedos a su nariz y olio ...
    ... sus flujos, se había corrido de mala manera, de pronto vio que Pepe se quitaba la zapatilla y echaba todo su semen dentro de ella, ahora se explicaba todo, no le dio asco de haber metido el pie en la lefa de Pepe, le dío más bien un cierto placer, la verdad era un poco viciosilla aunque lo disimulaba bien. Viendo que Pepe había acabado y se iba a levantar se fue al cuarto de al lado y esperó a que saliese, se quedó pensando en como conseguir estar al lado de ese niño que podía ser su hijo para hacer cosas sucias pero muy agradables. Se le ocurrió una idea que iba a poner en práctica en cuanto supiese que Pepe estaba solo en su casa, esperaba que fuera pronto porque no sabía si iba a poder contenerse cuando le tuviese cerca. La ocasión se le presentó pocos días después, llamaron a su puerta, abrió y era la madre de Pepe. Hola, Isa, me tengo que ir, me han llamado diciéndome que está mi hermana enferma y voy a ir a verla, tardaré un poco ¿puedes echarle un vistazo a Pepe? Claro que si, no te preocupes. Gracias, Isa, adiós. Adiós. Isabel entró en su casa, cogió las zapatillas y a su hijo, para no dejarlo solo y fue a casa de Pepe. Llamó al timbre y Pepe abrió. Hola, Pepe. Hola Isabel, contestó Pepe alucinado al ver a su vecina con las zapatillas en la mano. ¿Puedo pasar? Claro que si. Mira, le traigo estas zapatillas a tu madre, a mi me están algo justas y como ella tiene un pie un poco más pequeño a lo mejor le sirven. Bueno pasa, ¿quieres tomar algo? Si, dame un vaso de agua, ...