1. Con un indigente en su cuchitril


    Fecha: 06/05/2019, Categorías: Gays Autor: Svett, Fuente: CuentoRelatos

    ... muy rápido si debo complacerlo o hacer otra cosa para ayudarlo. Entonces sucede algo que me desbarató y se acabó mi precaria resistencia, me bajó la blusa y el sostén de un tirón y se apropió de una de mis pezones, lenguando con su áspera lengua. Siento entre cosquillas y electricidad entrando por mis niples que despiertan mis maripositas vaginales, se me sale un gemido chillón y eso le da más ánimo a continuar, me hunde la lengua en la teta y me empuja para quedar arriba de mi, prosigue con sus lenguadas que me provocan moverme como puta y abro las piernas para que Sebastián quede entre ellas, mi falda cerrada no permite mucho pero el también se mueve sobre mi moviendo su cadera empujando su garrote en mi vientre una y otra vez. Como puedo me subo la falda y entonces sí, su verga me rosa la vulva estorbando su pantalón y mi tanga, me tunde varias veces como queriendo meterme su garrote a pesar de las ropas y me pongo más cachonda. Le digo excitada que se baje el pantalón y me quite la tanga y así lo hace, yo aprovecho para alcanzar la bolsa de la tienda y saco el condón. Él arrodillado y yo sentada veo como un burro largo y endurecido le cuelga entre las piernas y me lanzo a comérmelo, bueno, es lo que Sebastián creyó y no me dejó acercar mi cabeza a su pedazote de carne colgante. Le tuve que decir que solo lo besaría y le daría una mamadita, entonces accedió y así fue primero; tomé su burro con una mano y le di besitos cariñosos y mamaditas en la punta, el tipo empezó a ...
    ... lanzas gemiditos y entonces me dije que era el momento de tragarme todo su vergotón y así lo hice. Sabía horrible pero luego dejé de pensar en eso y le di unas mamadas que casi se lo arranco con todo y próstata, el pobre lanzaba chillidos y rugidos y hasta sonidos raros de placer.
    
    Después de satisfacer boca y lengua decidí que ya mi vagina, que ya estaba fluyendo juguitos, merecía también degustar de aquel garrote que estaba más duro que un acero. Me quité y vi que Sebastián se encontraba en estado de shock y viendo hacia el cielo, entonces tomé el condón y se lo coloqué desesperada, le di jalones en la camisa a Sebastián y al voltear me puse en cuatro y levantando las naglotas exponiendo mi coño a su disposición, pero el no quiso así, me obligó a acostarme boca arriba y se fue sobre mi, aplastándome y sacándome el aire. Le iba a reclamar pero me ensartó su vergotón de un golpe y sin apuntar sacándome gritos y estertores que ya no me abandonaron mientras él me estuvo cogiendo de manera febril. Todos esos años sin sexo que acumuló le dieron un gran poder que me convirtió en su puta por largos minutos en que me llegaron orgasmos que no supe contar, me pude dar cuenta que le salían muchas babas pues me caían en la cara y el cuello. Cuando finalmente llegó a él su orgasmo, me abrazó con gran fuerza y se le salieron sonidos guturales que me lastimaba los tímpanos, pero también sentí que yo tenía mi último orgasmo y nos vinimos juntos. Entonces me provocó encajarle las uñas y ...