1. PULGARCITO


    Fecha: 03/05/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... cuando veo como se despoja de su calzoncillo, y me hace poner mis manos, sobre su pene. Ese pene, era un trozo enorme, medía como unos 18 a 20 cms. era enorme y grueso. Lo acercò a mi mano, y me dice: -Pulgarcito, no te voy a hacer daño. Siempre te voy a proteger- Y pone su pone a la altura de mi boca, y con sus manos, abre mis labios, y me hace abrir mi boca, y pone dentro aquel trozo, que no cabía todo en mi garganta. -No lo muerdas, no lo roces con tus dientes, chùpalo como un caramelo- Esas eran sus palabras. Yo no sabía que estaba haciendo, pero me volvia loco, el hecho de que él seguia besando mi esfinter, y daba a mi culito, un masaje con la lengua. ese fue mi primer 69 de mi vida sexual. Pasaron como 20 minutos, y sòlo escuchaba los jadeos suyos y los míos: los de él, por la mamada que yo le estaba dando, y los mios, por la sensaciòn de sentir su lengua dentro de mis nalgas. En un instante, el guardia sacò su verga de mi boca, y cambiò de postura, y se puso de rodillas, y me cargò, sobre sus piernas, y empezò a besarme. Yo me sentía como un títere al lado de aquél hombre, pero sus besos apasionados, y sus palabras de aliento, de cuidarme, de protegerme, me hacían olvidar mi pena, y me hacían sentirme seguro ante él. Su lengua se adentraba en mi boca, y poco a poco fui sintiendo como su verga, seguía dura, y me pone de rodillas ante él, se para y pone nuevamente su verga en mi boca. - Chùpala, sin morderla, como si fuera un dulce-, esas ...
    ... eran sus palabras, y esas palabras hacían eco en mi instinto sexual, hasta ese entonces descubierto. De pronto, el guardia, sacaba su verga de mi boca, y se agachaba a besarme, y a mí eso me acelelaraba más, y creo que él percibía eso, pues de pronto, solo escuché un jadeo constante: -ahhh, ahhh, ahhh, me vengo, me vengo!!- y pude sentir como su verga parecía inflamarse, y un torrente de un líquido entre salado y dulce, se deja venir en mi boca. Aquél líquido, solo me ahogaba, y el guardia bombeaba su verga en mi boca, agarrando mi cabeza, para acabar rotundamente allí. Sin saberlo, yo había tenido mi primer sesiòn de sexo oral, con un final que nunca olvidaré. El guardia, poco a poco, sacò su verga de mi boca, y solo sentía como las gotas de sudor, escurrían en su pecho, y se arrodillò ante mí, y me besò. Restos de su leche, salían de mi boca, y él complacido por aquella hazaña, me besaba, como sintiéndose glorioso, y se deleitaba con el propio sabor de si mismo, pero en mi boca. -Gracias, gracias Pulgarcito. Me has hecho un trabajo perfecto, y créeme, que hoy más que nunca, te voy a proteger y querer como nadie lo ha hecho. - esas fueron sus palabras, y con esas mismas palabras, me hizo recostar, y me cubriò con las cobijas, y asi desnudo como él estaba, se recostò a mi lado, y sus caricias en mi cabello, me hicieron tener el sueño más placentero, que daría inicio a una aventura inolvidable para mí, y una bùsqueda desesperada para mi familia. 
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