1. PULGARCITO


    Fecha: 03/05/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... era todo lo que había en aquella carpa, y una colchoneta, y unas cobijas, eran todo lo que llenaba el espacio. El guardia, me hizo recostar en la colchoneta, y me sobaba el cabello, y me hacia cosquillas, que por un momento, me hicieron olvidar de la congoja de no estar con mi familia. Poco a poco, me fue despojando de mi ropa, y quedé en calzoncillos sòlamente. El guardia, me hizo meter entre las cobijas, y poco a poco, fui viendo como él se despojaba de sus prendas. Su pecho, era moreno, lleno de vello, cuando quitò sus botas, y despojò sus calcetines, unos pies hermosos, bien cuidados para estar en un lugar así, por cierto, y mi sorpesa fue mayor cuando quitò su cinturòn y bajò el pantalòn que portaba: unas piernas velludas, gruesas y morenas, contrastaban con la luz tenue de la vela, y un calzoncillo blanco, apretaba sus genitales, y al voltearse, unas nalgas redondas, hacían un juego perfecto en aquel hombre. Solo pude alcanzar a ver, como apagaba la vela, y se recostò a mi lado. Yo no sabía que estaba pasando conmigo, no sabía porque la presencia en ropa interior de aquél tipo, me causaba nervios, y empecé a sollozar. El guardia, de una manera sutil, se acercò a mí y me preguntò por mi nombre, el cual entre balbuceos y llantos, pude decir, y él decidiò que me llamaría Pulgarcito, debido a mi baja estatura, y mi delgada figura. Poco a poco, el guardia, fue levantando las cobijas y se metiò entre ellas, y me seguia sobando el cabello, cuando de pronto, sentí el roce de ...
    ... su pierna en mi pierna, y el vello de su piel, me causaba nervios. yo insisto, no sabía que me estaba pasando. Se acercò a mí, y me dijo al oido: -Nada te va a pasar, yo te voy a proteger y te voy a cuidar siempre, mi Pulgarcito. - Esas palabras en mi oido, me hicieron sentir calmado, y me acurruqué a su lado, y pude sentir como sus brazos me estrecharon, y poco a poco, él acercaba más su cuerpo hacia el mio. Pude sentir, así como estaba, como algo punzaba en mis nalguitas, y como el guardia, me empezaba a besar poquito a poco, como jugando, y a mí eso, me estaba gustando. Sus manos, empezaron a acariciar mi cuerpo, y de pronto, se metiò entre las cobijas, y empezò a besar todo mi cuerpo. Yo me sentía volver loco, nunca había sentido algo asi. Su lengua recorría mi cuerpo: besaba mis pies, mis piernas, volvía a mi cuello, me besaba en las orejas, me repetia que me cuidaría, y yo sentía que el corazòn me explotaba. De repente, despojò de mí, mis calzoncillos, y su lengua comenzò a besar mis nalgas. Aquella sensaciòn, para mí era como estar en la gloria, yo me movía y jadeaba de una manera que parecía que alguien agonizaba. Su lengua hacía estragos en mis nalgas, cuando sentí como de repente, abriò mis nalgas, y metiò su lengua en mi esfinter. Oh Dios!! Aquello, me estaba matando!! Esa sensaciòn, me estaba haciendo retumbar el corazòn de una manera inexplicable. Subía, y bajaba por todo mi cuerpo, yo solo sentía el roce de su lengua, el roce de sus vellos por todo mi cuerpo, ...