1. Mi amiga se va de viaje


    Fecha: 30/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: murgis, Fuente: RelatosEróticos

    ... humedeciendo. Sus manos ya habían dejado al descubierto mis tetas que masajeaba con insistencia.
    
    Su compañero, situado detrás, empezaba a acariciarme el culo, mientras me besaba en el cuello.
    
    Pensé en mi marido, un breve instante, pero era ya tal la excitación y el deseo de que me follasen que sólo me podía centrar en las palpitaciones de mi coño. Mientras el joven me chupaba las tetas, el viejo me giraba la cabeza para comerme la boca con una lengua cálida y excitante. Mi lengua se entrelazaba, generosa, con la de aquel hombre. El otro ya se deslizaba, despacio, hacia mi coño, apartando el tanga y encontrando un exuberante clítoris que pedía ser lamido, chupado, succionado, mordido,joder que cachonda me estaba poniendo estos dos machos.
    
    Aparté mi lengua de la del viejo para recuperar la respiración y dejar escapar un intenso jadeo. Mi mano buscó la polla del viejo deseando, ansiosa, chupársela. Estaba caliente,como una perra, con la punta húmeda y me pareció exquisita al tacto y de un tamaño más consistente del que yo estaba acostumbrada, execto la tuya Juan.
    
    Me situé en la litera inferior, con las pernas abiertas, para que ese joven me siguiera comiendo de la forma que lo estaba haciendo que me volvía loca. El viejo se situó a la altura de mi boca con una polla dura y arqueada deseando que se la chupara. Cada embestida de mi garganta a esa caliente polla, se correspondía con una descarga en mi coño al sentir esa lengua penetrándome y succionándome el clítoris. ...
    ... Sin esperarlo, sentí mi coño totalmente lleno por una polla que me calmaba la quemazón que sentía por dentro. Ahogué un intenso grito de placer chupando con más insistencia la polla que el viejo me había metido en la boca.
    
    La polla del joven embestía, con rapidez, mi coño mientras yo chupaba, con la misma insistencia, la verga del viejo, que me dirigía con un vaivén de su mano sobre mi nuca.
    
    Iba a explotar en un orgasmo que intuía intenso y duradero como nunca, cuando en esa milésima antes la joven polla abandonó mi coño para introducirse en mi boca. El viejo se adueño de mi entrepierna que empezó a chupar como si de un hambriento se tratara. Sus lametazos me recorrían como una descarga que me aflojaban las piernas.
    
    El joven me rozaba la punta de su polla por toda la cara, comprobando, divertido, mi ansía por chupársela entera. De un golpe rápido me la metió, hasta el final, en mi boca, corriéndose, a continuación, por mi cara, cuello y tetas. El viejo, entonces, me giró y situándome de culo sobre la cama me folló, con fuerza, por todas partes mientras su compañero buscaba aún mi boca para que le limpiara bien la polla blanquecina.
    
    Quería gritar de placer, me movía, locamente, para que me penetrara hasta que me reventara. Apretaba mis manos contra sus huevos para que la polla del viejo no se desplazara ni un milímetro fuera de mi coño. Mi culo se apretaba, con desesperación, en cada embestida que me daba el viejo. El placer me invadía hasta las piernas, explotando ...