1. Amigo del gimnasio y mucho más


    Fecha: 22/08/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Mago21, Fuente: CuentoRelatos

    ... nosotros.
    
    Me quede sin habla. Mientras lo seguía mirando, Alvaro se dirigió a mí, me tendió la mano, que con gusto acepte y nos tumbamos en las colchonetas.
    
    —Yo también he estado sin correrme desde nuestro último encuentro- me dijo mientras se acariciaba la polla por encima del pantalón.
    
    —Pues habrá que arreglar nuestra situación.
    
    Lo tumbé boca arriba y me subí encima. Nos volvimos a besar mientras movía mis caderas para que nuestras pollas se frotasen. Estábamos muy calientes. Después nuestras bocas con un hilillo de saliva y fui bajando lentamente, por su pecho, lamiendo sus pezones, disfrutando de su sabor, de sus músculos; hasta llegar al “premio gordo”. No podía esperar más. Con un rápido tirón le quite los pantalones, liberando su polla. Estaba erecta y dura, recubierta por una capa de líquido transparente. Sin dudarlo me lo metí en la boca y empecé a succionar. Por fin lo tenía. Con cada mamada sentía como sus músculos se contraían.
    
    Seguía marcando un ritmo lento para disfrutar más. Mi mano iba recorriendo sus huevos, acariciándolos. Mi lengua jugueteaba con su capullo. Estaba en pleno éxtasis cuando poso una mano en mi cabeza. Me la saque y le mire a los ojos:
    
    —No quiero acabar todavía. Quiero que disfrutes tu también.
    
    —Eso tiene fácil solución.
    
    Me quita toda la ropa dejando mi polla bien dura al aire. Ahora me tumbe yo boca arriba y él se puso encima mío con su polla en mi boca. Hicimos un 69 mucho mejor del que recordaba en las duchas. ...
    ... Notaba como su lengua, disfrutaba de cada centímetro de mi miembro. Ambos aumentamos en ritmo, yo notaba como mi semen estaba a punto de salir, y quería que acabase junto a él. Así que con el líquido que se derramaba de mi boca unté mi dedo y se lo fui metiendo en su ano. Con una súbita descarga de pasión, empecé a soltar todo el semen que había acumulado estas últimas semanas en su boca. Unos segundos más tarde notaba como su leche calentita iba llenando mi boca.
    
    Nos sentamos. Nos miramos a los ojos y nos fundimos en otro beso. Nuestras corridas pasaban de una boca a la otra. Después nos separamos y nos quedamos recuperándonos juntos:
    
    —Has hecho trampa – me dijo con su sonrisa picarona- no valía estimular otras zonas, aunque he de reconocer que me ha gustado.
    
    —Lo siento, quería que acabásemos juntos.
    
    Me dio un beso en la frente mientras apoyaba la cabeza en su pecho. Notaba su respiración agitada y su corazón latiendo rápidamente y disfrutaba de tenerlo tan cerca. Notaba como su polla se iba poniendo erecta de nuevo, lo que provocaba que la mía también se empezase a levantar. Me cogió del mentón para levantarme la cabeza y me dio otro beso. Mientras volvíamos a besarnos mi mano volvió a su polla y la suya se dirigió a la mía. Nos empezamos a masturbar. Un rato después le separe lentamente. Me miraba extrañado:
    
    —¿Qué pasa?
    
    —Quiero hacerte un regalo, para pedirte perdón por la trampa de antes y también… porque te quiero.
    
    Note la sorpresa en su rostro. Me separe ...