1. Mi tía Dorita


    Fecha: 27/04/2019, Categorías: Anal Autor: katherin, Fuente: CuentoRelatos

    ... cama y me desnudó en un dos por tres. Acto seguido, se sentó encima mío y empezó a cabalgar mi pinga.
    
    Ella lanzaba gritos que hasta llegué a pensar que la estaba matando (modestia aparte claro). Pero ella me dijo: "no pares cabrón de mierda, mátame…. cuanto estaba necesitando una verga de verdad…. soy tuya… soy tu mujer… destrózame".
    
    Estuvimos así cerca de 45 minutos y mi tía cayó rendida al costado mío. Yo terminé la "faena" con un torrente de leche caliente que derramé en la boca y en el par de tetas enormes que se manejaba la puta de mi tía.
    
    Luego, al ver mi tía que mi estaca seguía parada, me dijo; "caray hijito, tu sí que eres insaciable, déjame darte una mamada para que se duerma esa pinga, además mi concha esta irritada de tanta pinga que me has dado…", así que se dedicó a su tarea; pero con el pasar de los minutos fuimos excitándonos más y más y la obligué a darse la vuelta para metérsela por el culo. Ella protestó; pero de un empujón metí toda mi pinga (no es por presumir, pero mide 18 cm.), ella soltó un gemido de dolor y de placer a la vez, que a mí me asustó y por un instante pensé en sacar mi "arma"; pero ella me dijo: "si ...
    ... la sacas te mato… esto es como un dolor de muelas…. te duele; pero no quieres que te la saquen…. sigue metiéndola…. au… auuuuuuu… sigueeeee…. no pares cabrón”.
    
    En un instante interminable boté mi segunda descarga y la verdad yo también pensé que estaba rendido, pero para la sorpresa de ambos, mi huevo volvió a levantarse a lo que mi tía me dijo: "pucha hijito…. Creo que ahora solo te haré una paja rusa y ya no jodas condenado" y echó a reírse.
    
    Acto seguido, puso sus enormes tetas de pezones marrones en mi huevo que parecía que iba a reventar por lo dura y más grande de lo habitual que estaba, me hizo una tremenda paja y bañé esas tetazas con mi leche.
    
    Se paró de la cama y me dijo: "Ven a ducharte y luego vas a casa que ya es tarde y mi hermano estará echándote de menos… mañana vienes a la misma hora y repetimos lo de hoy, vale".
    
    Luego del refrescante baño, me besó en los labios y me dijo: "Creo que vamos a hacernos muy felices el tiempo que me quede acá".
    
    Acto seguido, me guiñó el ojo y cerró la puerta para dejarme solo en la oscura calle que me llevaría a casa a soñar con lo que hicimos toda la tarde mi querida tía Dorita y yo… 
«12»