1. La lluvia (PARTE 1)


    Fecha: 24/04/2019, Categorías: Hetero Autor: sexonavegante, Fuente: RelatosEróticos

    PARTE 1
    
    Esa tarde la oficina estaba casi sola, todos habían salido a su hora excepto Gina, que debía entregar un resultado de las ventas mensuales al día siguiente. Yo regresé del estacionamiento para entrar a buscar mis llaves que no encontraba. La tarde oscurecía, se acercaba la noche y nubes grisáceas anunciaban una abundante lluvia. Entré de nuevo a la oficina visiblemente apurado y ahí estaba ella aún. Su fina y bien torneada silueta era inconfundible. Nadie podía negar que Gina tenía una belleza extremadamente sensual. Se había divorciado hacía 6 meses, cuando descubrió que su esposo le era infiel con una amiga muy querida de ella. Es quizá por eso que desde esas mismas fechas desde que empezó a trabajar con nosotros casi no hacía amistad con nadie de las demás muchachas de la oficina. Era amable con todos, pero solo platicaba lo esencial relacionado al trabajo.
    
    Todos los hombres de ahí eran demasiado amables con ella, pero les notaba a leguas las insanas intensiones. Y es que era difícil estar cerca de ella platicando y controlar la mirada para no ver las voluptuosas formas de su cuerpo. Un metro con 70 cm le calculaba de estatura. Yo casi no tenía oportunidad de platicar con Gina pues mi trabajo materialmente estaba fuera de ahí visitando clientes y bodegas. Pero aún así la saludaba y le hablaba con respeto cuando la veía, era mi compañera de oficina y además diez veces más eficiente que cualquiera de las anteriores que me habían asignado, mi rendimiento en el ...
    ... trabajo había mejorado al triple con su colaboración y no quería arriesgar a perder una compañera tan eficaz como ella.
    
    Los ojos de la hermosa chica me miraron ligeramente mientras ella seguía escribiendo datos en la computadora, su esbelta línea lucía perfecta sentada en la silla mientras su cabello negro y lacio bajaba por la espalda de su ligera blusa blanca sin mangas. Su pequeña y ceñida falda negra delineaba groseramente la sinuosidad de sus perfectas nalgas. Por un momento olvidé lo que estaba buscando y mi mente empezó a fantasear locuras eróticas acerca de su cuerpo pero un estruendo en el cielo me sacó de ese hermoso trance. La lluvia pronosticada para esa tarde se acercaba.
    
    -¿qué te pasa?- me dijo sin dejar de teclear, -te noto muy apurado-.
    
    -olvidé las llaves y no sé dónde las dejé- contesté un poco nervioso, temeroso de que descubriera mis pensamientos.
    
    Un segundo estruendo mas fuerte que el anterior se escuchó seguido de un ligero relámpago. El conserje entró en ese momento para avisar que ya se hiba.
    
    –cerraré con llave al salir- dijo Don Miguel algo apurado mientras se ponía su impermeable –ustedes cierren con su llave cuando salgan, se avecina una gran tormenta tengan cuidado- agregó, al tiempo que se escuchaba el click de la cerradura. Prácticamente ya los últimos rayos de sol se habían ido.
    
    Yo seguí buscando mis llaves, algunas gotas ya se veían caer a través de la ventana del cuarto piso donde estábamos. De ves en cuando miraba furtivamente ...
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