1. De la Fantasía Sexual al Probador


    Fecha: 18/04/2019, Categorías: Hetero Autor: SweetYessica, Fuente: SexoSinTabues

    ... la búsqueda de prendas interiores y trajes de baño en su momento. —¿Has encontrado algo ya, Yessi? —escuché que preguntaba Lizzie. —No, todavía no. —respondí. —Pero si ustedes ya tiene los suyos, pueden irse adelantando al vestidor y luego las alcanzo. —De acuerdo. —contestó mi otra amiga. El tamaño de mis pechos era un problema para encontrar el conjunto adecuado, pese a que tampoco eran la imagen de lo exuberante. Con unas formas redondeadas, llenos y más grandes del tamaño total de mi mano, adornados por unos pezones rosados, para mí eran simplemente perfectos, siempre que no intentara conseguir algún bikini o blusa de botones. Continué mi búsqueda durante unos minutos más hasta rendirme bajo el horrible calor que hacía dentro del lugar, y que el aire acondicionado de toda la tienda no lograba calmar, dirigiéndome a los probadores. —¿Eres tú, Yessica? —escuché que preguntaba Lizzie desde uno de los probadores. —Ajá. —respondí sin detenerme en el camino. —Ya encontré algunos para probarme. —Eso es bueno. —gritó desde el otro extremo de los vestidores, mi otra amiga. —¿Por qué eligieron vestidores tan lejanos? —pregunté a Lizzie con curiosidad. —Amanda se muere por tener sexo en el probador con alguno de los empleados, quién sabe. —respondió con sorna. Sonreí ante la respuesta de Lizzie y negando con la cabeza seguí caminando cargada con tres diferentes clases de bikini al probador al final de pasillo, el mismo al que casi ninguna mujer iba pese a que su ubicación lo hacía ...
    ... más amplio que los demás. Y sin fijarme en nada más que los trajes que cargaba, entré y puse el seguro a la puerta. Fue hasta que segundos después de mi entrada, un alto y fornido cuerpo me rodeó cubriendo mi boca con una enorme mano, que me di cuenta que después de todo sí había una razón por la que las personas nunca iban al último probador. —Ni se te ocurra empezar a gritar, muñeca. —advirtió el hombre que me sujetaba. —Porque aunque lo hagas, puedes tener por seguro que igual te cojeré frente a todo el que venga en tu ayuda. Asustada por la presión de la enorme mano sobre mi boca y el cuerpo del extraño tras de mí, dejé caer los tres conjuntos de trajes de baño al suelo, y empecé a temblar. —Te vas a quedar calladita como una buena chica, ¿verdad? —preguntó mientras su lengua se deslizaba con lentitud sobre el lóbulo de mi oreja. Una sensación de asco se esparció por mi cuerpo mientras asentía a sus palabras. —Muy bien, preciosa. Ahora vamos a divertirnos. En mi cabeza, la idea de que iba a ser violada en un probador no dejaba de rondar, acompañando a mi cuerpo con una sensación de terror y asco que sólo se borró cuando el gran cuerpo del sujeto se pegó contra mi espalda y comenzó a restregarse permitiéndome sentir el roce de un enorme bulto contra mis nalgas. —Mhmmm. —gemí cuando sus manos abandonaron mi boca y comenzaron a frotar mis pechos sobre la tela del vestido que traía. Si había alguna zona erógena que me volvía particularmente loca, era mis pechos y pezones, pero ...
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