1. Cuernos consentidos (II)


    Fecha: 20/08/2017, Categorías: Incesto Autor: Veronicca, Fuente: CuentoRelatos

    ... que empezara a sacudírsela bien pajeándole, notándose que estaba demasiado ansiosa y excitada, por lo que mi marido tuvo que pararme, para que él no se corriera antes de tiempo y nos pusimos los dos a chupársela como habíamos acordado.
    
    La visión de mi marido con una polla en la boca me acabó de encender totalmente y sólo deseaba que se corriera de una vez para saborear entre los dos su semen, y mi marido viendo el estado en el que me encontraba se puso a follarme mientras yo seguía con la polla de su amigo en la boca, alternándola con la boca de mi marido hasta que le hicimos correrse y yo alcancé el orgasmo cuando mi marido se corrió dentro de mi. Pero enseguida, le pedí a su amigo que me follara y se puso a penetrarme, con la leche de mi marido todavía en mi coño, lo que ayudó a que su poderoso miembro entrara dentro de mi y me hiciera sentir completamente llena por dentro.
    
    En ese momento me vinieron a la mente las escenas de vídeos porno que mi marido me había enseñado en alguna ocasión, en los que se hacían penetraciones dobles a una mujer. O sea, penetrada a la vez por el culo y el coño, que eran las que más me excitaban, así que les pedí que me lo hicieran. Yo sentada encima de su amigo, le pedí a mi marido que me la metiera por detrás. Como mi ano estaba dilatado por anteriores penetraciones, entró sin dificultad y cuando sentí como se movían las dos pollas dentro de mi, me dieron un placer indescriptible, provocándome el orgasmo más largo que había tenido ...
    ... nunca, que me dejó casi sin conocimiento, sin fuerzas para nada, después de tantos gritos interminables,
    
    Después de esta experiencia, mi marido buscaba cada vez más morbo en nuestras relaciones y me comentó que a veces solía hablar con un chico jovencito, que le había comentado que nunca había estado con una mujer, tan solo algunos besos con una chica, o sea, que era completamente virgen y que tenía una buena polla totalmente desaprovechada, así que al proponerme que fuera yo quien le desvirgara, la vagina se me humedeció al instante sólo de pensarlo,
    
    Nuestro vicio ya no tenía límite y cuando me lo trajo a casa, mis nervios eran distintos a otras ocasiones, porque me sentía como la mujer más pervertida del mundo dispuesta a iniciar a ese chaval. Mi marido fue dirigiendo la situación, pidiéndome que le enseñara las tetas, invitándole a que las tocara sin miedo, haciéndole ver como disfrutaba yo cuando me las amasaba y apretaba mis pezones. Luego sentada en el sofá, abrí mis piernas para que pudiera verme el coño impregnado de mis jugos que mojaban todos los pelos de alrededor, que fue igualmente acariciado por su mano, abriéndomelo con los dedos, preguntándole mi marido si le gustaba.
    
    —Si, me encanta, menudo coñazo que tiene tu mujer.
    
    —Anda, métesela, pero primero deja que te la chupe mi mujer, ya verás que gusto da eso.
    
    Yo me lancé ansiosa a por su polla, devorándola entre sus labios, lo que hizo correrse al chico casi al instante, pero a esa edad siguió teniéndola ...