El Intruso 5 - Relatos Eróticos

El Intruso 5

... traía su pantalón del pijama en la mano ‐ Papi ¿vendrás a verme en la noche? ‐ ¿Quieres que venga? ‐ Si—asintió sonriéndome ‐ Está bien, apenas se duerma tu madre vendré para acompañarte un rato ‐ Si papi, te esperaré No se puso el pantalón y mirándome cómplice lo dejó sobre el respaldo de la silla del peinador, se subió a la cama y se quitó la pantaleta, metiéndola bajo su almohada, nunca dejo de mírame mientras hiso eso, yo estaba con mi pene que quería reventar en mi pantalón, pero resistí, igual regresaría más tarde. Salí echándome aire con las manos en mi rostro, estaba muy caliente, fui a ver a Toñito y él solito se había acostado, ya dormía como un angelito, solo lo arrope y lo besé en al frente, era tan bello mi hijo. Salí del cuarto y me dirigí al mío dónde ramón estaba con mi mujer, seguramente ya cogiendo y no me equivoqué, al entrar vi a Carmen que lo montaba y se movía sobre él como si quisiera arrancarle la verga con su cadera, no hacían mucho ruido, cogían fuerte, pero contenían sus gemidos y gritos, notaba como respiraban agitados para compensar los gemidos que no podían dar. Los vi un poco luego me dirigía mí closet, me puse mi pijama y tomé el cojín que estaba en mi silla, me fui a un lado de la cama y apague la luz principal dejándoles solo una lámpara del buró para que los aluzara un poco. Me acosté en el piso y traté de dormir, ellos siguieron cogiendo un buen rato más, no gritaban ni gemían, solo pujaban y se susurraban cosas, alcancé a escuchar ...

... cuando Carmen le pidió verga por el culo, se oyó el crujir de la cama donde cambiaron de posición y después escuche los bufidos de los dos cuando la sodomizó sin piedad, en ese momento pensé que debía colocar aceite a esa cama, rechinaba mucho y los delataba. Me quedé dormido y entre sueños escuche los bufidos de los dos mientras cogían; en mis sueños yo presenciaba como ramón se cogía a mi esposa mientras dedeaba a mi hija sin piedad, le metía dos dedos hasta el fondo de su rajita, mi hija chillaba de placer como una pequeña cerda, mi hijo era un simple sirviente en esa escena, le llevaba un bote con lubricante, para que le colocara más a su hermanita mayor. De repente tuve noción de mí mismo y me vi vestido de mayordomo con un elegante traje negro de smoking, en mi mano tenía una charola y sobre esta una fría cerveza oscura de la marca preferida de ramón, el me llamaba “Hey tu papanatas, ven a traerme esa cerveza que necesito alcohol, quiero aguantar cogiéndome a tus tesoros toda la noche jajaja” yo solo contestaba “si amo, ya voy” y rápidamente me acercaba con mi charola ofreciéndole la cerveza, que abría para él. En mi sueño, ramón me pedía “eres un gato para mí, así que te quiero que andes a gatas por la casa, ve a traerme otra cerveza” yo me hincaba y humillado a gatas iba a la cocina para traerle otra cerveza, como no podía gatear con la cerveza en mi mano la sujete con mi boca y me dirigí a ramón, para llevársela, ramón riendo la tomo de mi boca y la abrió frente a mí ...