El Intruso 5 - Relatos Eróticos

El Intruso 5

... otro lado, al lado de mi tío Mi corazón volvió a eyectar sangre de forma brusca, mis manos me temblaron, Carmen y ramón me acababan de decir que ellos estaban en los asientos de adelante y que no los vieron, mi hija me acababa de decir que estaba sentada al lado de su tío. Ayude a mi niña a cambiarse, necesitaba revisarla para asegurarme de que todo estaba bien, mi niña dócilmente se dejó quitar su blusita por mí, su pequeño corpiño emergió ante mi ojos; le indique que subiera sus bracitos y ella lo hiso al instante, sus pequeños pezones rosas aparecieron, no pude evitar acariciarlos con mis manos, ella se rio como si le hiciera cosquillas, su faldita corrió la misma suerte, fue despojada de su cuerpo. Quedo ante mí solo en pantaleta, sus calcetas ella solita se las había quitado, estaba parada en la cama, queda un poco por arriba de mi altura, me miraba con sonrisa de amor, de felicidad, era tan pequeña, tan inocente y al mismo tiempo tan bonita y sensual. Mire su entrepierna y traté de disimular mi asombro, esta toda mojada de su pantaleta a nivel de su rajita, la palpe y ella por reflejo se hiso un poco hacia atrás y rio conmigo ‐ Princesa ¿por qué estas húmeda de aquí?—le pregunté palpando su rajita por encima de la pantaleta, ella ya no se quitó y abrió un poquito las piernas ‐ No sé papi, me salió agüita ‐ ¿Agüita? ‐ Si, poquita de aquí ‐ Y ¿cómo fue eso? Pregunte buscando reacción en su mirar, ella se puso roja y se asustó un poco, pude notar como abrió su boca y s ...

... eme quedó mirando, no decía algo, solo me miraba. ‐ Princesa, sabes que puede confiar en mí ¿verdad?—ella asintió—dime ¿alguien te tocó? Se me quedó mirando y negó con su cabeza, mi mano se seguía moviendo sobre su rajita y sentía como ella levemente se movía con su cadera. ‐ ¿Segura que nadie te ha tocado así? Moví mi mano con más entusiasmo, ella negó y abrió su boquita, sentí como su humedad se incrementó y sus piernas se abrieron más para dejar mi mano con más libertad ‐ ¿Nadie ha hecho esto? Saqué mis manos de su entrepierna y con mis dos manos tomé los bordes superiores de su pantaleta y la baje, esta cayó hasta sus tobillos, mi mano regresó a su entrepierna, ella volvió a abrir sus piernas, y negó con su cabeza mi pregunta, se dejaba manosear por mi mientras negaba todo lo que yo le preguntaba, llegó un momento en que mis manos se movían muy rápido sobre su rajita, la movía a ella como un muñequito y entre tanto movimiento se recargo en mi pecho y me abrazo ‐ Papi… Fue lo único que alcanzó a decir antes de empezar a gemir quedito; no sé cuánto tiempo pasó, pero reaccioné cuando ella ya gemía con más entusiasmo y se movía de forma descarada sobre mi mano, la separé un poco y le dije ‐ Hija ya tengo que prepararte par adormir, ponte el pijama ‐ Si papi Con sus piernitas temblando bajó de la cama y se dirigió a su closet de dónde sacó su ropa de dormir, se puso su camisa y se puso una pantaleta nueva, la otra toda manchada, la dejo en el cesto de ropa sucia, volteo a verme, ...