1. Favor Mutuo: La Mascarilla


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Fetichismo Tabú Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    Siempre he tenido una relación bastante amigable con mi suegra, al haber tenido a mi esposa siendo aún una adolescente, eran muy poca la brecha generacional entre ella y nosotros, mi esposa de 30 y yo de 32, y mi suegra aún no llegaba a los 50; desde que la conocí hace ya casi seis años se mantiene en forma y saludable y sigue haciéndolo, va al gym, cuida su alimentación y constantemente está en busca de nuevos tratamientos para mejorar su cutis.Antes de seguir voy a describir a los protagonistas de esta historia, mi suegra mide al rededor de 1.70 mts, tez blanca, cabello castaño oscuro, ojos verdes y como ya dije, se mantiene delgada, con unas tetas bien firmes, pero lo que más me gusta de ella son sus caderas y su trasero, bien marcadas y redondas, muy seguido usa pantalones ajustados, y cada vez que se inclina o se pone en cuclillas mis ojos se quieren salir, pero trato de disimularlo, el menos mi esposa no me ha dicho nada aún. Yo soy delgado, hago ejercicio de vez en cuando y trato de cuidar lo que como, mido 1.80 mts. Mi esposa heredó la belleza de su madre, es delgada, de tez blanca, cabello liso negro, ojos color miel y tiene unas nalgas redondas y carnosas que me encanta acariciar, piernas largas y torneadas y unas tetas de tamaño perfecto con pezones grandes y deliciosos.Mi suegra y yo nos llevamos tan bien que podría decirse que la veo como una amiga, confidente que me aconseja cada vez que mi esposa y yo tenemos alguna dificultad, aún así me sigo dirigiendo a ella ...
    ... como "Señora"; esta era una de esas ocasiones, mi suegra me había llamado para pedirme que la ayudase con unos desperfectos en su casa y yo tenía la intención de aprovechar el momento para platicar con ella acerca de un problema que tenía con mi esposa, pero dudaba en hacerlo ya que el tema esta vez era sexo.Hacía varias semanas, meses ya, que mi esposa me rechazaba, su explicación es que no sabía que le pasaba, que no era por mí sino ella, que me amaba pero no sentía necesidad de tener sexo. Las pocas veces que llegamos a hacerlo ella se sentía a kilómetros de distancia, yo me sentía desmotivado e incluso no podía lograr una erección completa, todo un desastre, nos estábamos apartando mutuamente; llegué a pensar que tenía un amante, una relación que se estaba volviendo seria, pero también teníamos otras dificultades, más que nada económicas, que eventualmente superamos, yo sigo pensando que esa fue la causa, como fuera, necesitaba hablar con alguien, pero no sabía si mi suegra era la persona indicada.Ese fin de semana mi mujer se encontraba fuera de la ciudad por cuestiones de trabajo, llegué a casa de mi suegra a media mañana, al recibirme vi que llevaba puestas unos leggins grises y una playera entallada que apenas cubrían su trasero, inmediatamente me puse a trabajar, arreglé unos detalles eléctricos en su casa y pinté un muro que acababan de arreglar en un baño, al terminar todo esto ya era hora de comer, me quedé, comimos una ensalada ligera y de postre pay de manzana; ...
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