1. El día que jodí con mi madre


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Sexo Interracial Autor: espineta, Fuente: CuentoRelatos

    ... Antes de que saliera me iba al comedor. Al poco tiempo salía ella con el pijama puesto y se sentaba a mí lado en el sofá a mí lado, donde veíamos algún programa de la tele o charlábamos o leíamos alguna cosa hasta la hora de irnos a dormir.
    
    Una noche, bastante calurosa, después de ducharse salió como siempre, pero esta vez no llevaba el pijama de pantalón corto como siempre. Se había puesto un camisón blanco, muy cortito, que le tapaba escasamente el culo y dejaba sus muslos totalmente al aire. Como era muy transparente se le veían perfectamente las tetas, los sonrosados pezones y, sobre todo, su hermosa rajita. Sonriendo me dijo:
    
    -¿te gusta el modelito que me he comprado ?
    
    Yo le dije que sí, que me encantaba y que se diera unos pasos hacia detrás para que pudiera verla bien. Ella sonriente me miraba provocadoramente, mientras yo también sonriente, le miraba los turgentes pechos y los enormes pezones que ya tenía duros y tiesos.
    
    Ante esta visión me fui hacia ella y sin mediar palabra, la abracé y juntando nuestras bocas, comenzamos a besarnos desesperadamente. Nuestras lenguas se juntaban una y otra vez mientras en el sofá le quité el mini camisón, mientras ella me quitaba el slip y los dos desnudos nos seguimos frotando y acariciando. Ella me tenía cogida la verga masajeándola, mientras yo le besaba las tetas y le comía y le chupaba con placer los pezones duros y sonrosados, mientras mí madre jadeaba de gusto. Después, bajando la mano, le busqué el sexo que, ...
    ... ella bien abierta de piernas, me ofrecía con placer. Con los dedos le abrí los labios del chocho que ya estaba ardiente y supermojado, le empecé a masajear el clítoris, mientras ella se retorcía y gemía de placer como todas las noches y me susurraba al oído:
    
    -sigue, sigue por favor, no pares cariño hasta que me haya corrido.
    
    Al poco, tuvo su primer orgasmo, gimiendo y disfrutando como nunca lo había hecho. Después acariciándole la espalda y bajando la cabeza, lamiéndole todo el cuerpo, me ofreció su coño mojado para que se lo comiera y acto seguido, con mí lengua masajeando el clítoris, se volvió a correr regando mí boca con sus sabrosos y calentitos jugos vaginales. Viendo ella que ya no podía aguantarme más, con cara lujuriosa de hembra ardiente, me rogó que la follara sin parar, que le metiera mi verga dura y tiesa hasta lo más profundo diciéndome:
    
    -fóllame, fóllame cariño mío, métemela toda, quiero que me la metas hasta dentro, hasta los huevos y lléname de tu leche calentita.
    
    Y así, en un alocado mete y saca, con un bombeo suave que duró una eternidad y estallamos al unísono en el orgasmo más maravilloso que hemos tenido.
    
    Después de descansar un rato, nos metimos en la ducha donde nos enjabonamos y envueltos en la espuma del gel de baño, volvimos a follar durante un buen rato, mientras jadeábamos de placer y volvimos a corrernos abrazados.
    
    Desde ese momento hasta ahora mismo, hace de eso casi 20 años, todos los días follamos por la mañana y por la noche. ...