1. Pasión por el chocolate I


    Fecha: 12/03/2019, Categorías: Fetichismo Autor: latosita, Fuente: SexoSinTabues

    ... chocolate en su control y su mano izquierda y fue como si el mundo fuera a acabarse, el peor pecado que podía haber cometido; les dije que no fueran exagerados, agarré el control y lo lamí hasta quitar el exceso mientras todos me veían con una expresión que combinaba asombro y enojo; luego fui a la cocina y lo limpié con un paño húmedo, se los devolví y regresé a la cocina a buscar un poco de leche para acompañar los panecillos que llevaba en una canastilla, junto con el chocolate. Iba a abrir el refrigerador cuando vi que entró Marcos: - ¡Hey, mira cómo me dejaste! – dijo sonriente mientras me mostraba la mano cubierta de chocolate líquido - ¡Ay, discúlpame, fue un accidente! - No te preocupes, me lavo y hacemos como que no pasó nada - ¡Ah, no, chiquito! – reclamé – en mi presencia no se desperdicia el chocolate Me miró sorprendido mientras me acercaba a él, tomé su mano y comencé a lamer, saboreando ese delicioso líquido. - Eres una perrita – dijo y, sabiendo que podía ser algo ofensivo, agregó rápido – bueno, con respeto, o sea, así como estás chupando y lamiendo Yo solo reí y seguí limpiando su mano, dedo por dedo y, sin mala intención, ya le estaba chupando el dedo medio; ese fue mi error, porque él ya se había excitando; di dos pasos hacia atrás cuando intentó besarme; Marcos vio el chocolate y reaccionó rápido, lo agarró y volvió a poner una buena cantidad en su mano, especialmente en los dedos. Puse cara de desaprobación, pero no podía permitir tal desperdicio y ...
    ... volví a lamer; el buen amigo, muy avispado, me abrazó y seguía poniendo más chocolate cada que estaba a punto de terminar; yo no dejaba de chupar sus dedos a pesar de notar que su mano se posaba juguetona en mi cadera, subía por la cintura, llegaba al hombro, bajaba por el pecho, otra vez a la cintura y luego a mi trasero, una y otra vez. No sé qué era más excitante, si comer chocolate, lamer los dedos del mejor amigo de mi novio, los toqueteos que me estaba haciendo “sin” mi consentimiento o el miedo de que alguno de los chicos dejase el juego para ir a la cocina y encontrarnos in fraganti; el hecho era que realmente estaba perdiendo el control. Por fin terminé de quitar todo el chocolate de su mano izquierda y tenía la derecha acariciando deliciosamente mi pecho, puse mi mirada más severa para que entendiera que no podía seguir si no había chocolate, me mostró la botella y me hizo una señal para esperar; se lavó las manos, agarró nuevamente la botella y, esta vez, se embadurnó la cara. Iba a recoger el chocolate con mis dedos, pero Marcos me tomó por las manos y acercó su cara a mi boca; al principio me resistí, pero no podía negar que tenía unas ganas tremendas de recorrer con mi lengua no solo su cara, sino todo su cuerpo, porque me encanta el chocolate, además, el tipo era realmente guapo y ya había logrado encenderme. No pude fingir más, hice que soltara mis manos para agarrarlo por la cabeza y comenzar mi labor de limpiar su cara, inmediatamente aprovechó para tocar mi ...