1. El short rojo atrajo a los toros


    Fecha: 16/08/2017, Categorías: Primera Vez Gays Sexo en Grupo Autor: samy15, Fuente: xHamster

    ... mirándome y escuchando las cosas que le había estado diciendo al viejo.Miré a los demás hombres tratando de ver cuantos habían y ví que en total habían ocho. Estaban muy sucios, sudados, traían los pantalones mojados y embarrados hasta las rodillas, y noté que traían unas bolsas grandes y malolientes en las que más tarde descubrí que traían nutrias y pieles de nutria. Para los que no saben, la nutria es como un castor pero con cola de rata. Las caras de los hombres estaban sucias con barbas y bigotes que parecían ser el resultado de varias semanas en el campo sin rastrillo ni peine. Traían sus camisas manchadas de sudor debajo de las axilas, y aunque estaban a varios metros de mí, por el olor que desprendían me dí cuenta de que llevaban varias semanas sin bañarse y con la misma ropa puesta. También ví que todos traían navajas grandes colgando de sus cinturones.Decidí que lo mejor sería ser lo más sumisivo posible y cumplir con todo lo que me pedían. El que tenía esa piedra monstrosa de verga en la mano miró al viejo y le dijo “gracias Don Pablo, pensé que estabas exajerando lo bueno que estaba este pedazo de culo, pero mirá como me la ha puesto, ahorita voy a disfrutar de esa boquita que tiene y luego voy a romperle el orto, y acá los muchachos van a tener que esperar su turno.” Algunos de los otros respondieron “Pero ya, cojételo de una vez.”, “que bárbaro está”, “tremendo pedazo de yanqui puto voy a metértelo hasta el fondo”, “acabá con él Oswaldo”, “no, dejános algo ...
    ... Oswaldo, pero acabá, acabá rápido que después podés tomar otro turno”. No podía creerlo, el viejo me había traicionado, bueno, por un lado había hecho que se me cumpliera un sueño, pero en ese momento no sabía si iba a salir de esta con vida. El viejo me miraba con cara de vicioso y cuando uno de los hombres le entregó una damajuana de vino, entendí que aparte de haberme traicionado me había vendido, o que por lo menos me había alquilado. Miré a cada uno de los hombres y si tenía alguna duda acerca de si todos querían turnarse conmigo, con las miradas que me daban quedó claro que todos querían probar. Yo iba a ser su puta y decidí ser la mejor puta posible.A pesar del miedo que sentía, mi verga seguía durísima, y cuando Oswaldo acercó su enorme pedazo de carne tiesa a mi cara, los otros hombres empezaron a burlarse de que sólo con pensar en chuparle la verga a Oswaldo se me había puesto así. La verga de Oswaldo también olía a vino, a humo, y a sudor, pero los olores eran más intensos y aparte olía a semen viejo. La ropa de Oswaldo era un asco también y al acercarse me manchó los muslos con el barro que traía en las botas y en los pantalones. Casí no aguantaba el olor pero sabía que mi vida dependía de hacer todo lo que me dijieran. La verga de Oswaldo me pego en la cara y me sorprendió lo pesado que se sentía. Al agarrársela traté de tocar mi dedo índice con mi pulgar, pero por el tamaño quedó por lo menos un centímetro de espacio entro los dos. Al pelarle la verga vi que traía la ...
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