1. El short rojo atrajo a los toros


    Fecha: 16/08/2017, Categorías: Primera Vez Gays Sexo en Grupo Autor: samy15, Fuente: xHamster

    ... dedo índice me fui alejando del puente y el viejo me siguió. Me fui bastante lejos, más de un kilómetro para que no hubiera tantas posibilidades de que nos volviera a interrumpir, y nos encontramos con las ruinas de una casa de bloques de cemento, o quizás era una casa que por algún motivo habia sido abandonada sin que se terminara de construir.Me arrodillé ahí y el viejo se acerco a mí con su pene en la mano. Todavía me acuerdo del olor que tenía a sudor, a humo, y a vino. Aun así me encantó. Parecía que estaba hecha de goma como no la traía muy duro. Después de meter y sacarla de mi boca un par de veces a la vez que lo mojaba con mi lengua y lo apretaba con mis labios, creció un poco, pero aun así seguía un poco flácido. Le jalé la pielcita hace atrás dejando la hermosa cabeza brillosa de su pene al descubierto. Se lo limpié con la lengua y sí estaba un poco sucio. Fue la primera vez que había sentido el gusto de semen ajeno en mi boca. Cuando ya traía la verga un poco más dura, me puse contra una de las paredes mirando hacia la pared, y alcé mi colita lo más que pude para ofrecérselo al viejo. El viejo me quitó el shorcito que yo traía, pero mientras más trataba de cojerme, más flácida se le ponía la verga. Me metí los dos dedos índices al ano y hice fuerza para abrirlo lo más posible. Me dí cuenta que todavía traía aceite dentro de mi ano del día anterior. Me unté los dedos índices con saliva y me aseguré de que traía el ano bien lubricado mientras estiraba mi ano de ...
    ... ambos costados para ver si así podría. Me sentía encendido, le suplicaba que me cogiera, hasta le agarré la verga y traté de meterlo a fuerzas aunque estuviera flácida, pero de nada sirvió. Me dí vuelta y empecé a mamarle la verga de nuevo. Me sentí un poco frustrado por el hecho de que no se le paraba, y me la sacaba de la boca de vez en cuando para verificar su estado y a la vez me golpeaba la cara con ella mientras le decía que me encantaba su verga y le pedía que hiciera lo que pudiera para tener una erección porque quería que me cogiera. Y así estabamos, yo golpeandome la cara con la verga semi-flácida del viejo mientras le decía “Ponte duro, por favor que quiero sentirte en mi horto, dale papi que lo traigo bien calentito y mojadito.”, cuando de repente escuché una voz ajena decir “si no podés con ese, probá con este”.Me pegué un gran susto aunque no era la voz de mi cuñado, y mi susto fue mayor aún al escuchar las risas de una media docena de hombres. Verdaderamente sentí muchísimo miedo en aquel momento. Pensé que seguramente iban a darme una golpiza por ser puto, pero el que me había hablado traía su verga en la mano y estaba durísima. La verga de ese hombre era de unos 25 centímetros de largo y casi tan gruesa como la de mi cuñado. Tenía las venas tan hinchadas que parecían que estaban por reventar. Aunque no la había pelado todavía ya se veía la mitad de la punta que en vez de roja se veía morada por su estado de excitación. Deducí que la tenía así porque llevaba rato ...
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