1. Seduccion de mujer


    Fecha: 14/02/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... somos grandes amigas que se cuentan todo sin ningún secreto, yo sé cuanto le gustan a ella las chicas y a veces he servido de celestina para conseguirle alguna nueva amiga, yo prefiero los chicos y ella también me ha ayudado a mi a ligar con alguno, asi que somos amigas y compañeras de fatigas aunque juguemos a distintos deportes.
    
    El caso es que Susy estaba impresionante, debo admitirlo, muy sexy, simpática, guapa y muy agradable en todos los sentidos.
    
    Al cabo de un rato fueron llegando todos los invitados, uno por uno, pero ninguna de las mujeres superaba a Susy, siempre me ha gustado parecerme a ella, comportarme como ella... siempre me ha gustado tenerla por amiga y aparte de esa envidia sana, he sentido por ella en alguna ocasión algo más que amistad, rozando el atractivo sexual, no sé si por atracción física o por tenerla idolatrada como modelo de belleza femenina.
    
    Susy hizo todos los honores de anfitriona en la cena, siempre con su seguridad, su belleza y su saber estar en cada momento, siendo la envidia de unas y el deseo de otros.
    
    Después de la cena, nos reunimos en el salón para celebrar con champagne (cava) la celebración que nos había reunido allí . A partir de ahí, las copas iban y venían hasta ponernos todos en un tono más que subido, seguimos bailando, cambiando de pareja y divirtiéndonos de lo lindo, el alcohol ayuda a deshinibirse y en una ocasión que subí a las habitaciones de la planta superior me encontré con varias parejas que hacían algo más ...
    ... que bailar encima de las camas.
    
    Abajo continuaba la fiesta y cuando regresé me encontré a Carlos bailando con Susy, estaba totalmente pegado a ella y la miraba embobado mientras disfrutaba del baile y de su lindo cuerpo, no se lo reprochaba y además era mi amiga, ni siquiera me importaba que él intentara una y otra vez sobarle el culo, pero ella muy hábilmente sabía zafarse de su acosador. Su vestido la favorecía aun más y aquella abertura en uno de sus muslos que mostraba más de la cuenta la hacían aún más atractiva y deseada.
    
    En una ocasión ella me pidió que le acompañara al baño, allí compartiríamos nuestros secretos y nuestras cosas, como siempre nos gustaba hacer desde hace tiempo.
    
    - Oye, como está tu marido ¿eh? - me dijo.
    
    - ¿Si? ¿por qué?
    
    - Porque le veo cachondísimo, se ha pegado a mí como una lapa y he notado que la tenía dura como una roca, vamos, que estaba como una moto, seguro que esta noche te hace un hijo.
    
    - Hija mía, es que contigo no hay quien pueda, es que pones a todos a cien.
    
    - Vamos, no seas modesta, que tu también les pones cachondos a todos.
    
    - ¿YO?
    
    - Si, antes cuando bailabas no te quitaban ojo, en ese baile medio erótico y provocador que has hecho.
    
    - ¿Si? Pues lo habré hecho inconscientemente. - contesté.
    
    - Vamos, que sé cuanto te gusta calentar al personal, bonita, igual que a mi.
    
    - Si pero me ganas, como siempre, además con ese vestidito y esa abertura, por cierto ¿no llevas bragas?
    
    - Si llevo un tanga ¿quieres ...
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