Sexo en el vapor, realizando fantasías (Ángel y Damián) - Relatos Eróticos

Sexo en el vapor, realizando fantasías (Ángel y Damián)

Hola amigos como se encuentran, hoy les contare lo que apenas hace unos días sucedió cuando Ángel (mi “prometido”, se los explicaré al final del relato) y yo decidimos ir juntos a unos baños de vapor (o comúnmente conocidos como saunas). La mañana inició sumamente normal, sábado 1 de julio. Apenas desperté noté la ausencia de Ángel en la cama, ya sabía que seguramente se encontraba en el parque cercano a la casa trotando como casi todas las mañanas. Me levante de la cama, hice quehaceres y demás. Pasados quizá 5 minutos o un poco más llegó Ángel. Ángel: Buenos días, bello durmiente. Yo: Jajajaja, buenos días tonto. Mientras entablábamos una plática rutinaria yo estaba por hacer el desayuno, pero en eso notamos que el fuego de la estufa se había apagado. Yo: ¿Olvidaste comprar el gas? Ángel: Pensé que ya lo habías comprado. Esperamos durante casi dos horas y ninguno de los camiones que lleva el gas a la casa pasaba, así que optamos por ir a unos baños de vapor que de hecho no quedaban tan lejos; esto para desestresarnos por la semana pesada y para posteriormente bañarnos. Ángel y yo nos fuimos en el carro, y después de estacionarlo entramos al establecimiento, pagamos nuestra entrada y entramos a nuestro baño privado, que se encontraba a escasos metros de la sala común de vapor (sí, era un vapor de ambiente). Comenzamos a quitarnos la ropa, yo veía el cuerpo esbelto y tonificado de Ángel, sus piernas que ya lucen más marcadas, su abdomen y pecho que ya están marcados ...

... también, y ese incomparable camino de vellos que va de su ombligo a su pelvis. Sin poder evitarlo, veo que una erección empieza a mostrarse debajo de mi bóxer, supongo que Ángel se dio cuenta, pues comenzó a sobarse el paquete. Yo sabía que necesitaba coger ahí con él, era una fantasía: tener sexo en un baño de vapor. Antes de que me pudiese quitar mis tenis (que son de tipo “concha”), Ángel me tomó por la espalda, y comenzó a frotar su pene contra mis nalgas. Empecé a sentir su nariz recorrer mi cuello desde la parte inferior hasta mis oídos, lugar donde comenzó a respirarme lentamente, y después inició a morder ligeramente mi oreja. Ángel: No te quites los tenis. Tengo algo en mente. Él se desnudó por completo, yo me había quitado el short que llevaba, pero no el bóxer y mi playera de tirantes que llevaba por el calor. Él se agachó, y sentí como las yemas de sus dedos comenzaban a subir desde la parte trasera de mis tobillos hasta mi espalda, cuando sus labios llegaron a mis oídos me susurró… Ángel: Me vuelves loco cuando te vistes así, y más con esos tenis. Es algo raro, pero desde que me compre los tenis blancos de estilo concha un tipo fetiche nació en él; le excita verme en esos tenis. Su nariz comenzó un recorrido de mi oído derecho hasta la línea en la que se separan mis nalgas. Entonces aparte su rostro de mi culo y lo subí para poder besarlo. Los besos cundían todo nuestro cuello, mi lengua y labios se mantenían pegados a su cuello y viceversa. Logré ver que él tampoco se ...