1. Mi Madre Desnuda ante el Espejo


    Fecha: 09/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... salir muy despacio. Estar dentro de mi madre era una sensación fantástica, y es difícil describir con palabras lo que sentí en ese momento. Hasta entonces, sólo había tenido sexo con Tamara, y me encantaba; pero penetrar a esta voluptuosa mujer madura, que era mi madre, estaba a otro nivel. Me apresó con sus piernas, empujando para que llegara bien dentro de ella. Me abrazó el cuello, y besé sus labios con pasión. Ella me besaba con ternura, como si lo que estábamos haciendo no fuera algo sexual, sino la mayor muestra de amor que una madre puede dar a un hijo. Cogí sus tetas y las lamí, mientras ella ponía las manos en mi culo. Aceleré la velocidad, pero no quería terminar. Quería estar así toda la noche, toda la vida. Sólo pensaba en ella. En lo que la quería, en lo que había significado siempre para mí. Ni por un segundo pensé en Tamara ni en nadie más que en mi madre. Quería verla. Estábamos a oscuras, pero quería verle la cara. Alargué la mano y accioné el interruptor de la lámpara de la mesilla de noche. Me miró sonriendo, pero no dijo nada. Yo intenté devolverle la sonrisa, pero mi cara era una mueca de esfuerzo. No quería hacer guarradas con ella, sólo hacer el amor. Entrar y salir, y notar la calidez que me envolvía. Apoyé la cara en su pecho, y me cogió la cabeza con las manos, acariciándome el pelo y besándome en la frente amorosamente. - Venga cariño… desahógate… desfógate conmigo –me animó. Me incorporé y la besé ...
    ... largamente. Traté de no gemir, pero me era imposible. - Desahógate, desahógate conmigo… –repetía. Entonces la miré a los ojos. Quería correrme mirándola. Aumenté el ritmo, buscando el clímax que era inminente. Unas pocas embestidas más, y ya lo tenía. Ella, adivinando mis tiempos, me agarró fuerte del culo, preparándose para recibir la eyaculación. Por fin, me corrí en su coño, mirándola a los ojos, sintiendo el mayor orgasmo que había tenido en mi vida. Follar con Tamara era cojonudo, pero el clímax que estaba sintiendo estaba a años luz. No sé cuánto rato estuve sintiendo los espasmos y expulsando semen dentro de mi madre, pero desde luego mucho más que ninguna otra vez. Finalmente, me desplomé sobre ella, exhausto. Había sido algo mágico, casi místico; no sólo por el increíble placer que sentí, sino por haber sido con mi querida madre. Había sido un acto de amor en toda regla. Pasó un rato, yo seguía encima de su cuerpo y dentro de ella. Estábamos en silencio, mientras ella me acariciaba la cabeza y el pelo. - Mama, pero tú no… –dije al cabo de unos minutos. Mi polla seguía dentro de su coño. - No hijo –contestó riendo–. Pero no pasa nada. Esto era para ti, para que te desfogaras. - Gracias mama. - No hace falta que me agradezcas nada, cariño –una tierna sonrisa dominaba su bello rostro–. Llevabas tiempo mal, y te hacía falta esto. - Te quiero, mamá. - Yo te quiero más. Siempre haré lo que haga falta por ti.© Odual (juan_zgz@hotmail.es) 
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