Otra zorra madura en mi gimnasio
Fecha: 26/01/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: zorro_en_celo, Fuente: CuentoRelatos
... —exclamó Adriana
Al verme desnudo y en tanga, Adriana exclamó:
—¡que sexy eres, cabrón!, ¡qué bien te queda!
Adriana estaba sentada y bajé un poco la cabeza y nos besamos a la vez que la toqué su teta izquierda con mi mano derecha.
—Este va a ser el polvo más cachondo de tu vida —confesé
Seguí acariciando su teta y Adriana se levantó, se quitó su ropa y se quedó solo con su morbosa lencería de color negro que me ponía desenfrenado y muy impúdico.
—estoy desnuda y tocándome, fóllame ya —proclamó Adriana
Giró para que la ayudara a quitarse la falda y yo la ayudé y aprecié que me puso muy caliente y libidinoso, llevaba igualmente entre el sostén y la braguita un cinturón de la misma calidad que su braga que le daba más morbo a toda su lasciva imagen de fulana libertina.
—me vuelves loca cuando me miras así —jadeó Adriana—te voy a dar mucho rabo, ¡guarra! —bramé
Comenzó a besarme en un lateral de mi faz, mientras yo le tocaba el coño que ya estaba caliente.
—hazme una foto así, cabrón. Quiero ser tu puta —exigió Adriana
A la par que yo permanecía de pie frente a ella, Adriana comenzó a lamer mi pecho y jadeaba de gusto. Llegó hasta mi rabo y comenzó a lamer mi tanga y lamía mi rabo con el depravado tanga que yo usaba, yo la acariciaba su cabeza y ella me miraba con deleite y goce sexual.
—¡pon tu gran rabo en mi puta boca de zorra¡ —bramó Adriana
—¡me has puesto muy burro, guarra! —gemí
La golfa de Adriana, lamía y mordía mi tanga y yo ...
... tenía un brutal empalme por la calentura que tenía y disfrutaba del trabajo lingual que esta ramera viciosa de Adriana me hacía. Lamía y mordía mi libidinoso y obsceno tanga de actor pornoMe bajó el tanga y comprobó que ya estaba preparado para darla "con todo lo gordo" donde ella deseara.
—¡voy a comerte y chuparte hasta que grites de placer, cabrón! —berreó Adriana
—¡te voy a volver loca de lujuria, zorra!, ¡eres mi vicio, puta! —rezongué
Gimió, resolló y bufó y comenzó a lamer mis gordos cojones, que estaban afeitados, para que esta guarra lasciva de Adriana disfrutara con mis pelotas al lamerlos y llegó desde abajo hasta la punta del cipote, mientras gemía de placer.
—¡quiero que folles mi boca, cabrón!, ¡lo deseo ya, maricón! —rugió Adriana
—¡vas a tragar mi rabo hasta que note yo tu campanilla, zorra! —bramé
Lamía y lengüeteaba de atrás hacía adelante mi rabo, para metérselo y mirarme con deleite y fascinación carnal.
—¡que pollaza tienes, cabrón!, ¡que rabo! —bramaba Adriana
Chupaba, succionaba y lamía mi rabo y huevos y los volvía a tragar y los engullía con delirio, placer y libidinoso entusiasmo sexual .
—¡quiero saborear entera tu polla, es mi vicio, maricón! —resolló Adriana
—¡ eres una zorra viciosa, Adriana ! —mugí
Absorbía y tragaba mi rabo y llegaba a los cojones que estaban cargados de lefa y me miraba con carnal frenesí.
—¡lamer los rabos de los tíos me encanta!, ¡me hacen sentir lo puta que soy! —jadeó Adriana—Lo sé. Me ...